Fabra llama a la calma y se reafirma, «gobierno para cinco millones»

Si alguien pensaba que el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, se está acobardando con las protestas de los últimos días, está muy equivocado. Ayer el jefe del Consell insistió en que la decisión de cerrar Radiotelevisió Valenciana (RTVV) está tomada con el respaldo de todo el Partido Popular y pensada para beneficiar a los «cinco millones de valencianos», no para «los 50» que han protagonizado las manifestaciones allí donde el presidente ha puesto un pie.

Dicho esto, realizó un llamamiento a la calma, en el que se incluyó. Aseguró comprender los momentos de tensión que viven los trabajadores de RTVV porque saben que en poco tiempo estarán oficialmente sin trabajo, también entiende sus reivindicaciones y todas aquellas protestas «legítimas, pero manteniendo las formas». Advirtió de que no vale todo y que, si se producen conductas que pueden tener su castigo penal se denunciarán.

«Todo el mundo tiene derecho a la libertad de expresión, pero no caben las patadas ni los puñetazos». Se refería a los acontecimientos del pasado martes, cuando algunos trabajadores de RTVV se saltaron la barrera policial y llegaron hasta el coche del presidente, que patalearon y escupieron.

Fuentes de Presidencia confirmaron que se estudia denunciar a los responsables, que podrían haber incurrido hasta en cinco delitos. Así mismo, no se descarta actuar sobre aquellos que utilizan las redes sociales para insultar y amenazar al presidente.

La jornada de ayer fue mucho más tranquila. Fabra mantiene su agenda, aunque los actos se programan de tal manera que existe mayor separación entre los manifestantes y la entrada al lugar en el que se celebrará el acto.

Fabra tuvo ayer tres convocatorias. La primera fue en Xàtiva junto a la ministra de Fomento, Ana Pastor, con quien inauguró la rehabilitación del claustro de Santo Domingo. Allí, destacó la importancia del Plan de Turismo del Interior. De fondo, tuvo a los trabajadores de RTVV e incluso a un grupo de escolares de no más de diez años quienes, desde el patio del colegio, exigieron al presidente la reapertura de Canal 9.

Los otros dos, en el Palau de Les Arts, se desarrollaron con normalidad.