Elecciones 24-M

«Hay que hacerle un cordón sanitario al PP. Fabra tiene que limpiar su partido»

Mónica Oltra / Candidata de Compromís a la Generalitat Valenciana
Mónica Oltra / Candidata de Compromís a la Generalitat Valencianalarazon

A pocos días de los comicios autonómicos, Mónica Oltra (Alemania, 1969) se enfunda el color naranja y pasea su lema #ambValentia por los municipios valencianos para transmitir su energía y ganas de cambio. Los curiosos la observan y los atrevidos le piden una foto. Oltra es una política conocida, y ella ya sabe las reglas del juego.

-Se avecina un panorama político basado en el multipartidismo, en el que los partidos deberán dialogar para llegar a acuerdos. ¿Compromís está dispuesto a hablar con todos, incluso con el PP?

-Siempre hemos estado dispuestos a dialogar. De hecho, somos el grupo parlamentario que más iniciativas ha pactado. Pero en este momento al Partido Popular hay que hacerle un cordón sanitario, porque Fabra se enfrenta al mayor reto de su vida, que es limpiar su partido. Si tiene un compromiso contra la corrupción, ahora el reto de su vida será no ser presidente pero sí limpiar de corrupción, de corruptos, y de corrompedores el PP, y eso es tan difícil como la limpieza de los establos de Hércules, que tuvo que desviar un río para limpiarlos. La mitología griega da para mucho.

-¿Con quién estaría dispuesta a pactar para formar Gobierno? ¿No deberían anunciarlo antes del próximo 24M?

-Durante la legislatura tuvimos mucho contacto entre los grupos políticos de Les Corts, y hemos coincidido mucho sobre todo con Esquerra Unida y PSPV. Pero ahora, de cara a las elecciones, nosotros aspiramos a liderar un Gobierno plural, dialogador y fuerte. En estos momentos asumir el Gobierno de la Generalitat es un acto de valentía.

-De valentía va la cosa. ¿Por qué escogieron ese lema para la campaña?

-Porque hemos demostrado nuestro valor cuando hubo que plantarse frente al abuso de poder. Es más, casi que nos hemos quedado cortos viendo todo lo que ha pasado. El PP nos deja una comunidad en ruinas, tanto política como moral. Nos deja las arcas públicas vacías, un mal gobierno, una desconfianza de la gente por la política, un 30 por ciento de pobreza... Por eso hay que ser muy valiente para decir sí, yo quiero asumir este Gobierno, y tomar el rumbo de este barco.

-La aparición de nuevas fuerzas como Podemos y Ciudadanos, ¿beneficia o perjudica a la división de votos?

-No es una cuestión de beneficios, sino de democracia. Veremos cuál es el panorama que resulta con el reparto de fuerzas. En cualquier caso, lo que tenemos claro en Compromís es que, igual que nos situamos frente al antiguo bipartidismo del «hoy me tapas tú y mañana te tapo yo», aquellos que quieran sustituir ese modelo también nos van a tener enfrente. Si el poder lo entienden de la misma manera, nos van a tener en contra. No somos el modelo del asalto al poder, sino el modelo de limitarlo.

-Han sido muy críticos con la corrupción. ¿Qué medidas propone Compromís para prevenirla y castigarla?

-Se previene con más control y transparencia. Hoy en día las tecnologías ofrecen muchas posibilidades para que cualquier persona pueda saber hasta el último céntimo de dinero público que se ha gastado. Si se publicaran las facturas de los gastos de los cargos públicos, no se producirían. Apostamos por un mayor control de los ciudadanos sobre las cuentas públicas. A través de jurados populares escogidos de forma aleatoria, se evitaría tener que encargar a una empresa una auditoría sobre el control de las cuentas de dinero público.

-Usted mostró su oposición a los conciertos educativos. ¿Prima la educación pública por encima de la libertad de decisión de los padres?

-Los padres siempre podrán escoger el colegio. Ahora bien, si hablamos de gestión pública en el gobierno que gestiona el dinero público, lo tiene que gestionar con equidad y eficacia. Todo el mundo habla del sistema educativo de Finlandia, que es meramente público. Los países con más éxito son aquellos en los que los niños llegan a la meta, y no donde se criba para se queden por el camino, como intentan Wert y Català.

-Y en Sanidad, ¿se deben eliminar las concesiones? ¿Qué situación ocupan los sin papeles?

-Creo que hay que hacer una transición para que los servicios sean de gestión pública. Además, hay que formar una nueva plantilla con los trabajadores que han estado años en estas concesiones, ya que la formación adquirida es muy importante y no se debe perder esa experiencia acumulada. Por otra parte, los virus no conocen de papeles ni las bacterias de fronteras. Cuando excluyes a una parte de la población de la atención sanitaria, estás generando un problema de potencial epidemia o propagación de enfermedades. Es inhumano y estúpido, y por eso creo en la sanidad universal.

-Hablemos de infraestructuras. Ahora las críticas se ciernen sobre el AVE.

-Sí, y parece que ahora todo el mundo está de acuerdo con que fue una inversión que no se recuperará nunca. Cuando dijimos que no era una apuesta inteligente, todo el mundo se nos echaba encima diciéndonos que no queríamos el progreso. Sin embargo, después de tanta inversión para un medio que usa el tres por ciento de la población, no se ha invertido en el desplazamiento de cercanías que usan millones de personas diariamente. La conclusión es que cuesta menos ir a Madrid que de Llíria al Politécnico.

-¿Y sobre el Trasvase del Ebro?

-Es una barbaridad ecológica. Los ríos son organismos vivos y el ecosistema es muy frágil. Tiene mucho equilibrio. Cuando el ser humano interviene, genera desastres. Hay que trabajar sobre la demanda, no sobre la oferta, y antes del trasvase, está la desalinizadora.

-El resto de formaciones expresan sus proyectos sobre un nuevo modelo económico. Según ustedes, ¿se debe condonar la deuda o habría que llegar a un pacto con el Estado?

-Somos una anomalía democrática, siendo la única comunidad pobre que paga a otras más ricas. Hay que reequilibrar y renegociar un sistema de financiación justo en el que seamos una comunidad receptora, porque nuestro PIB está por debajo de la media, y el paro y la pobreza por encima. El PP nos ha situado en la España pobre pero nos hace pagar como si fuéramos ricos. Sobre la parte de deuda que tenemos con el estado vinculada con esta infrafinanciación, entendemos que es ilegítima, que no se puede conceptuar como deuda, porque no se ha generado por gastar de más, sino por no ingresar lo que es por derecho. El Estado tiene que asumirla, no la Comunitat.

-Hay una Mónica Oltra muy diferente de la que vimos en la anterior legislatura a la que podemos ver ahora. ¿A qué se debió el cambio de imagen? Muchos la identifican con las camisetas de denuncia en Les Corts.

-Ha cambiado todo, pero soy la misma Mónica Oltra. Yo me puse las camisetas porque me tapaban la boca y no me podía expresar con la palabra. Ahora nadie nos puede callar. En mi casa nos enseñaron que lo único que tenemos es nuestra palabra. Ahora hemos vencido al abuso de poder y, de momento, no tengo razones para ponérmelas. Pero que nadie lo dude, que si nos dan motivos, la Oltra se pondrá las camisetas.