La ausencia de Fabra en la cena de AVE crea malestar en la organización

La cena de Navidad de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), celebrada el pasado viernes en Alicante, ha tenido este año más consecuencias de las habituales. La ausencia del presidente de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra, en este evento, aduciendo un viaje personal, ha generado un enorme malestar entre los miembros del «lobby» valenciano, presidido por el naviero Vicente Boluda.

Desde siempre, es tradición que esta Asociación invite al jefe del Consell de turno a las cenas navideñas, en las que, como es lógico, se aprovecha para intercambiar pareceres entre el mundo político y los cien empresarios más importantes de la Comunitat.

Esta ha sido la primera vez que el presidente no acude a la cena, lo que ha abierto una importante brecha en las relaciones entre la organización empresarial y Presidencia.

Según fuentes empresariales, la Junta Directiva de la Asociación, al conocer la noticia, decidió que no se volverá a invitar a este tipo de actos a ningún representante político.

Según estas mismas fuentes, Presidencia de la Generalitat ofreció que el vicepresidente del Consell, José Císcar, sustituyera a Fabra en el acto, algo que la organización rechazó de pleno.

Fabra sí asistió el año pasado a la cena navideña de la organización, celebrada en Castellón, y su antecesor en el cargo, Francisco Camps, también acudió todos los años al acto.

En el mismo estuvieron presentes los principales representantes del empresariado valenciano, como presidentes de la patronal Cierval, José Vicente González, el de la Confederación Empresarial Valenciana, Salvador Navarro, de la Cámara de Comercio, José Vicente Morata, así como los líderes de todas las Cámaras y Asociaciones de la Comunitat Valenciana.

Durante su intervención, Boluda instó a los asistentes a no obviar su responsabilidad con la sociedad y su entorno. Además, les animó a esforzarse todavía más en sus respectivas empresas porque, tras dos años como presidente de AVE, dijo, «soy un pleno convencido de que lo que no hagamos nosotros, nadie lo hará».

Indicó que los empresarios deben reflexionar sobre qué pueden hacer más allá de su esfera de acción, «porque los demás nos necesitan». Animó a hacer funcionar «con ética, valores y vocación de perdurabilidad» a las empresas, universidades, puertos y asociaciones.