La crisis no merma la afiliación al PP, que multiplica por diez a la del PSPV

Una de las formas más efectivas de demostrar la fuerza de un partido político es con su militancia, aquellas personas convencidas del proyecto y que además abonan religiosamente sus cuotas para sostener las siglas. El PP lo sabe y, por ello, aprovecha cualquier ocasión para presumir de sus bases. Ya son casi 150.000 afiliados, un número que no deja de crecer pese a la actual crisis de la clase política y la desconfianza ciudadana. Esta cifra además es doblemente satisfactoria para los populares, puesto que multiplica por diez la de sus principales rivales hasta la fecha, el PSPV.

El partido que lidera Ximo Puig cuenta en la actualidad, según fuentes socialistas, con unos 15.000 carnés. El dato oficial, sin embargo, todavía no es público. Lo será cuando las primarias obliguen a mostrar sin trampa ni cartón los censos. En cualquier caso, el último registro de Blanqueries que saltó a la luz, en abril de 2012 cuando se celebró el Congreso, señaló que eran 18.000 los militantes.

Precisamente, el actual secretario general le arrebató el cargo a Jorge Alarte con la promesa de aumentar las bases. En su mejor época, en la de Joan Lerma como presidente de la Generalitat, la familia socialista estaba compuesta por más de 40.000 personas.

Muchos abandonaron el barco por desacuerdos políticos, pero otros por problemas económicos. De ahí que la actual dirección haya aprobado una considerable reducción -puede llegar hasta el 87 por ciento- de las cuotas para personas con dificultades. La contribución normal de los socialistas es de 90 euros fraccionados en dos pagos. Además, en los dos últimos años, el partido cargó un impuesto especial de 15 euros, para pagar campañas y deudas, según fuentes de la formación.

La cuota de los militantes populares es mucho menor, ya que no supera los 35 euros. Sin embargo, las gestionan directamente las sedes provinciales y locales, por lo que las Ejecutivas pueden eliminar a sus militantes la obligación de pagar. Es el caso, por ejemplo, del municipio valenciano de Vilamarxant. Para los jóvenes de Nuevas Generaciones, jubilados y parados, la contribución es oficialmente de ocho euros anuales.

Los partidos minoritarios, por su parte, también están viendo cómo aumenta el número de personas que se adhieren a sus proyectos. En Compromís son ya 4.210 militantes, siendo el partido mayoritario el Bloc, con 3.000. Pagan 75 euros anuales y 25 euros los jubilados, jóvenes y parados.

EU ha distribuido ya casi 3.000 carnés, 1.000 más que en los últimos cuatro años, cuando tuvo que recuperarse de la ruptura de Iniciativa, miembro ahora de la coalición que dirige Enric Morera. Los militantes de EU desembolsan 60 euros al año. La cuota especial es de 18 euros, sin embargo, a diferencia de otros partidos, EU la tiene desde antes de la crisis.

UPyD, todavía sin representación institucional, es el partido más caro. Los 700 afiliados pagan unos 20 euros al mes. La reducida es de siete euros al mes.