La Guardia Civil busca tabaco ilícito en los bares de Valencia

Agentes uniformados de la Guardia Civil dieron ayer un buen susto a más de un propietario de bares y cafeterías de la zona de Russafa, en Valencia. La Benemérita buscaba tabaco ilícito, bien porque las máquinas expendedoras no estuvieran legalizadas, o bien porque el tabaco de su interior fuera de contrabando.

Algunas máquinas fueron precintadas y se impusieron sanciones que, según algunos hosteleros, pueden ascender a 1.500 euros. Ayer era difícil ver estas máquinas en los bares, y los camareros alegaban que «se ha estropeado».

Se da la circunstancias de que las máquinas de tabaco de estos locales suelen ser propiedad de los estancos, que contratan con el dueño del local el suministro y mantenimiento de la máquina. A cambio, el bar se queda con un porcentaje de los beneficios. Por ello, muchos hosteleros alegan no saber si la máquina está legalizada o no.

La Unidad Fiscal de la Guardia Civil lleva meses realizando estas inspecciones que suelen acometerse por barrios. La plaza del Ayuntamiento de Valencia también se «barrió» hace algún tiempo.

Según agentes del Cuerpo Armado, la escalada vertiginosa del precio del tabaco y la crisis ha hecho aumentar el contrabando. Además, explican, los beneficios son altos y los riesgos mucho más bajos que con la droga. «El delito suele ser más fiscal que penal». El inconveniente, eso sí, es lo voluminoso del transportes, por lo que se estima que debe llegar en contenedores de barcos a los puertos menos vigilados. De allí se distribuye en camión.

Las mismas fuentes explicaron que la vigilancia en el Puerto de Valencia ha aumentado y que se ha localizado mayor tráfico de tabaco ilegal en el Estrecho.

Los datos del tabaco incautado en España en 2012 son muy similares a los de 2011. Así, el primero de los años se incautaron 5.500.000 cajetillas de tabaco y más de 29.000 cigarros puros. Además, se detuvo a 146 personas y se denunciaron administrativamente a 2.036.

Por lo que respecta a 2012, se decomisaron 5.500.000 cajetillas y 33.000 cigarros puros. Se detuvo a 170 personas y se denunció administrativamente a 2.696.

Además de las inspecciones, más o menos rutinarias, en los locales de hostelería, la Guardia Civil tiene también en marcha la operación Meta I que controla la venta de tabaco en los principales eventos festivos de todo el territorio nacional. Sin ir más lejos, las casetas de la reciente Feria de Sevilla fueron revisadas minuciosamente por la Guardia Civil en busca de tabaco ilícito.

La revisión fue tan profunda que incluso llegaron a incautarse de 300 cajetillas escondidas en el cuarto de la limpieza de una de las casetas y que eran comercializadas por la señora de la limpieza. Cuanto más de madrugada, más cara era la cajetilla.