Medio Ambiente

La nueva planta de Llíria tratará los residuos de 250.000 vecinos

Los valencianos generan más de 2.500.000 toneladas de desechos al año

El presidente Fabra durante la inauguración de la planta de residuos de Llíria
El presidente Fabra durante la inauguración de la planta de residuos de Llírialarazon

La planta de tratamientos de residuos sólidos urbanos inaugurada ayer en Llíria da servicio a 61 poblaciones del Camp de Túria y Los Serranos, que suman 250.000 vecinos.

Esta instalación cubre la denominada zona VI, VII y IX y está enmarcada dentro de un ambicioso plan de residuos pendiente de aprobación. Por ello, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, instó a la población y las instituciones a tomar conciencia en esta materia para poner en marcha instalaciones que garanticen que los residuos no supongan problema alguno para el turismo, la seguridad de las personas o la imagen de la Comunitat.

Fabra apuntó que más del 75 por ciento de la Comunitat ya tiene instalaciones de tratamiento de residuos dentro de las zonas y consorcios establecidos.

Entre los grandes retos pendientes está la construcción de plantas de valorización energética, versiones menos contaminantes que las incineradoras, que permiten dar una solución definitiva a los desechos. Sin embargo, el importante rechazo social que estas levantan mantiene paralizados los proyectos. La previsión era construir una planta por provincia, pero no se ha producido avance alguno.

De hecho, el presidente Fabra ni siquiera las nombró expresamente como solución a los más de 2.500.000 toneladas de residuos que generan los valencianos anualmente. Dijo que considera fundamental concienciar a los ciudadanos sobre la necesidad de sustituir progresivamente los vertederos tradicionales por otras fórmulas alternativas, como la reutilización, el reciclaje o la reducción de los residuos. «Estos sistemas son mucho más eficaces y eficientes, y garantizan la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente».

Destacó que la puesta en funcionamiento de la planta de Llíria, en la que se han invertido 18 millones, supondrá además la mejor solución para la gestión de los residuos urbanos en estas comarcas para los próximos veinte años.

Estas instalaciones están integradas junto al antiguo vertedero, que ha quedado perfectamente sellado y donde se ha procedido a la regeneración del paisaje.

La planta cuenta con maquinaria y tecnología para reducir las emisiones, evitar la generación de olores, y se han aplicado medidas de ahorro energético que permitirán reducir un diez por ciento el consumo energético.