La vuelta al cole costará este año un siete por ciento más

La Unión de Consumidores afirma que las familias gastarán entre 178 euros y 1.640 euros, en función de si van a la escuela pública o a la privada

Las familias valencianas gastarán en la vuelta al colegio una media de 178 euros por alumno escolarizado en un centro público, 591 para los concertados y 1.640 si se opta por un centro privado, lo que supone un incremento de cerca del siete por ciento respecto al pasado año.

La Unión de Consumidores de la Comunitat Valenciana señala que a las anteriores cantidades hay que añadir el coste de los libros si no se participa en Xarxa Llibres, 300 euros de media que pueden variar en función del curso escolar.

A estos gastos de uniformes, material, comedor y libros también hay que sumar el coste del transporte escolar si se requiere, que puede suponer unos 130 euros de media.

En el caso del colegio público, los gastos que hay que afrontar son el material escolar, y en su caso el servicio de comedor.

Si el colegio es concertado, se debe sumar el desembolso del uniforme, que oscila alrededor de 387 euros, y si el centro es privado la cifra asciende a los más de 1.600 euros el primer mes, ya que hay que abonar además la mensualidad, el transporte, comedor y seguros.

Vicente Inglada, secretario de la Unión de Consumidores, considera que la subida es mínima con respecto al año pasado, y destaca el ahorro importante que ha supuesto para las familias la mejor gestión por parte de la Conselleria de Educación del programa Xarxa Llibres, que en algunos casos supone el ahorro de casi 300 euros por hijo.

Según esta organización, es conveniente llevar un control de los gastos, repasar el material escolar que hay en casa y hacer una lista de lo que realmente necesitamos. También aconseja no comprar todo el material a la vez en el mismo establecimiento, ya que puede haber variaciones de precios de unos lugares a otros, y recomienda comparar entre establecimientos.

Señala que no hay que dejarse llevar por los deseos del menor, al que además hay que inculcar valores como el respeto y la conservación de sus útiles de trabajo, y se debe huir de las marcas o de productos con recursos publicitarios.