Las armas de la medicina

VALENCIA- Máquinas de rayos X sin protección, jeringas de cristal, aparatos de sutura metálicos, una palanca Narbona o diferentes tipos de fonendoscopios son algunos de los instrumentos de una exposición con la que el Colegio de Médicos de Valencia repasa la historia de la medicina a través de su «armamentario». Estas piezas y útiles médicos forman parte de los más de cuatrocientos instrumentos utilizados por profesionales desde finales del siglo XIX y todo el siglo XX que se han recopilado en los últimos años.

La colección hace un recorrido por diferentes especialidades médicas, desde la ginecología y la obstetricia, hasta la traumatología o la cirugía general y la digestiva.

El objetivo de la exposición, según su coordinador, Luis Olavarrieta, es mostrar la herencia de los antiguos médicos a través de su «armamentario», un término heredado de los americanos y empleado para hacer referencia al instrumental médico. Otro objetivo es enseñar a las nuevas promociones cómo se trabajaba en aquel entonces y con qué.

La recopilación de las piezas, que comenzó en el año 2006, ha reunido alrededor de cuatrocientos instrumentos en esta colección, de los cuales sólo una selección aparece expuesta en la propia sede del Colegio de Médicos. La gran mayoría de las piezas expuestas ya no se usan en los hospitales, aunque, según Olavarrieta, incluso las piezas que sí se usan actualmente pronto quedarán anticuadas debido a una evolución de la medicina que «no conoce límites».

Aparatos como una máquina de rayos X sin protección reflejan el peligro al que se exponían los médicos en el pasado y otros instrumentos, como las jeringuillas de cristal o los aparatos de sutura metálicos, ambos reutilizables, forman parte de un instrumental ajeno a la cultura actual de lo desechable.

La exposición cuenta también con material de autor, como la palanca Narbona empleada en operaciones del corazón. Otra de las reliquias de la exposición es un maletín quirúrgico de campaña que cuenta con todas sus piezas y que fue un regalo de los alemanes a un médico valenciano, quien lo utilizó durante la Guerra Civil.

En palabras de la presidenta del Colegio, Rosa Fuster, «la medicina ha evolucionado y la tecnología suple muchas de las cosas que aquí se ven, pero era cómo se hacía la medicina, y ése es el homenaje».