Comunitat Valenciana

Los brazos de mamá, el medio natural del bebé

Es bueno dejarse llevar por el instinto. El recién nacido es un ser indefenso que depende de exclusivamente de sus padres

El bebé nace inmaduro. Necesita otros nueve meses fuera del vientre para adaptarse
El bebé nace inmaduro. Necesita otros nueve meses fuera del vientre para adaptarselarazon

Es bueno dejarse llevar por el instinto. El recién nacido es un ser indefenso que depende de exclusivamente de sus padres

on muchas las razones para pensar que los brazos de la madre son el medio ambiente natural del recién nacido.

En primer lugar porque nace inmaduro, necesita nueve meses dentro del vientre y nueve meses fuera de este. Es decir hasta los nueve meses después de nacer no tiene un desarrollo similar al que tienen otros mamíferos a los pocos días de haber nacido.

La piel es el principal órgano sensorial del bebé y en contacto piel con piel con la madre se siente caliente, seguro y relajado.

En la distancia que se encuentra el bebé en brazos de su madre (de 20 a 30 centímetros), ve perfectamente la cara de esta, y el recién nacido disfruta mirando el rostro de su madre.

Escucha su voz y siente su olor, que no le son nada nuevos, ya que lleva nueve meses percibiéndolos dentro de su vientre.

Y ¿por el mero hecho de haber nacido vamos a privarlo de estas necesidades? ¿Alguien le ha dicho al bebé que ha nacido?, ¿que debe de acostumbrarse de hoy para hoy, a estar en la cuna, tranquilo a la espera de que lo alimenten? ¿Que si llora es por el vicio de llorar...?

¿A nadie se le ha ocurrido que el llanto es la única forma que tiene el bebé de comunicarse? Es su forma de hacernos saber que tiene hambre, frío, calor, siente dolor, está incomodo, o simplemente se siente desamparado, la cuna donde lo has dejado, es un lugar que no sabe qué es, ni si corre peligro en ella o no, un espacio que para él es infinito, donde debe tener la sensación de que ha caído en un precipicio.

No es más lógico pensar que a medida de que el bebé aprende otras formas de comunicarse, aprende también que está seguro y es conocedor del entorno donde está, y por tanto, ¡llorará menos!

Para criar a un bebé hace falta menos racionalismo y más instinto, estar cerca de él, tenerlo mucho tiempo en brazos, que es lo que le nace hacer a la madre, y esto no supone que lo esté malcriando, sino que la madre está en la misma fase de aprendizaje que el bebé identificando las señales, que le indican cómo se siente.

Los padres aprenden a reconocer cuando llora el bebé por hambre o cuando lo hace porque esta incómodo. El consolar a un bebé que llora no supone un riesgo, sino darle amor, no estamos haciendo niños o niñas tiranos y manipuladores, muy al contrario, los hacemos más seguros, porque aprende a que sus progenitores están cuando los necesita.

El recién nacido es un ser indefenso que depende exclusivamente de los cuidados de los adultos y darle atención, no es únicamente cubrir sus necesidades más básicas, como alimentarlo o asearlo.

“Consolar a un bebé y darle amor no le convertirá en un tirano ni en manipulador. Al contrario, le hacemos más seguro porque aprende que sus padres están siempre que los necesita»

Dejemos de pensar que dejarlos llorar sirve para que aprendan ¿aprendan qué? Me pregunto en qué nivel de inteligencia situamos a un recién nacido, si pensamos que nos está manipulando.

“Mi recomendación es que disfrutemos de nuestros hijos llenándolos de contacto porque si se acostumbran a la cuna encerrarán sus sentimientos entre barrotes»

Por qué todavía pensamos que si una madre proporciona al bebé el contacto corporal que reclama, en el futuro no podrá prescindir de este, ¿de verdad alguien racional puede pensarlo? No es más lógico pensar que desatender sus reclamos naturales, como el contacto físico, el calor y el amor que ello conlleva, en una edad en la que depende exclusivamente de los adultos, supone un riesgo para que crezca reclamando eternamente lo que le hemos privado. Así que mi recomendación es que disfrutemos de nuestros hijos llenándolos de contacto, porque si se acostumbran a la cuna encerrarán sus sentimientos entre barrotes.

Pueden enviar sus preguntas a consultalactancia@larazon.es