Toros
Los médicos aprenden a torear a la muerte
El Colegio de Médicos de Valencia imparte un curso para formar a los facultativos que asistan en las fiestas de los «bous al carrer»
«Un toro no deja de ser una masa de 500 kilos que actúa como un camión fuera de control, arrollando todo a su paso». Con este símil explica el doctor Rafael Romero las semejanzas entre una herida o trauma provocado por un accidente de tráfico, de aquellos que causa un animal de estas características y talla.
No obstante, más allá de la gravedad de la lesión, poco o nada tienen que ver unas con otras. «Para empezar, todas las heridas por asta están infectadas y presentan varias trayectorias, lo que hace la herida muy complicada».
Debido a la especificidad de estas heridas y atendiendo a la adaptación al Decreto 31/2015 del Consell donde se establecen los criterios necesarios para la asistencia a los festejos taurinos, el Colegio de Médicos de Valencia impartió días atrás un curso para formar a los galenos que asistan en los «bous al carrer».
Romero, coordinador de estas jornadas, destaca la importancia de esta formación reglada como un avance muy importante en este ámbito. «Durante muchos años no ha existido ninguna formación específica y el médico debía solucionar situaciones de peligro en ocasiones sin los medios ni la preparación adecuada».
8.000 festejos taurinos al año
Asimismo, resalta la importancia de los equipos sanitarios para este tipo de trabajo. En este sentido, recuerda que la ley del 6 de marzo de 2015 obliga a la implantación de equipamientos médicos adaptados a las necesidades que pueden plantearse ante una urgencia en un festejo taurino.
En este curso, cuya segunda convocatoria está prevista para el 16 de mayo, los asistentes realizan diversas prácticas reales con técnicas como la sutura en heridas por asta de toro. Entre los profesores encargados de impartir y evaluar las prácticas se encuentra el equipo quirúrgico de la plaza de Toros de Valencia encabezado por el doctor Cristóbal Zaragozá.
El pasado año 2015 se celebraron solo en la Comunitat Valenciana más de 8.000 festejos taurinos en las distintas poblaciones y municipios valencianos.
«Las celebraciones de este tipo han aumentado en más de dos mil en poco más de un año, así que el personal sanitario debe estar preparado para actuar en ellos», explica Romero.
Esta progresión lleva a tomar más y nuevas medidas de seguridad sanitaria. «La gente no sabe a lo que se enfrenta. Muchos están envalentonados por el alcohol o han consumido otro tipo de sustancias, y cuando ven llegar el toro, a veces ya es demasiado tarde. Hay lesiones incompatibles con la vida, que es cuando el asta atraviesa la cabeza o el corazón, y ahí no podemos hacer nada, pero la mayoría de los casos que atendemos son traumatismos craneoencefálicos y de columna». No obstante, recuerda: «Un toro no deja de ser una masa de 500 kilos sin control», así que mejor apartarse de su camino.
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