Salud

Los médicos piden que se regule el consumo de tabaco en los hogares

Alertan de que el cigarrillo electrónico puede provocar la recaída en exfumadores

La ley antitabaco que prohíbe fumar en espacios públicos ha permitido el descenso del número de fumadores
La ley antitabaco que prohíbe fumar en espacios públicos ha permitido el descenso del número de fumadoreslarazon

La eficacia de las leyes de restricción del tabaco en lugares públicos y el hecho de que en tres de cada diez hogares valencianos se fume ha llevado al colectivo médico a plantear a los Gobiernos competentes la idea de regular el consumo en los hogares.

La propuesta, que ayer lanzaron desde el Colegio de Médicos de Valencia, resulta delicada en tanto en cuanto choca con el derecho a la intimidad, pero la duda es de si este debe primar, por ejemplo, por encima de la protección al menor.

«La exposición ambiental se ha desplazado al ámbito doméstico y hay que recordar que el humo que se inhala es peor, por eso habría que regular el consumo en los hogares y los coches». El responsable del grupo de tabaquismo de la Sociedad Valenciana de Medicina de Familia (Svmfic), Juan Antonio Ribera, explicó ayer que con este medida no solo se protege a los niños, sino al resto de fumadores pasivos de la familia.

«Se ha intentado legislar en este sentido en varias ocasiones, pero hay muchos grupos de presión que lo impiden». Admite que existen dificultades legales para hacer efectiva esta idea, «pero se podría intentar». No obstante, lamentan que la actual situación de gobierno provisional ha paralizado este tipo de reivindicaciones. «Hasta que no haya un Ejecutivo que tome decisiones claras...».

Asimismo, proponen que el cigarrillo electrónico se equipare al tradicional y se impida su consumo en lugares públicos. «Se está dando una falsa imagen de estos dispositivos. No es un método científicamente probado para dejar de fumar y puede ser una puerta de entrada al consumo de nicotina para los jóvenes». Además, alerta de que fumadores que habían dejado el hábito, atraídos por la novedad del aparato, se han vuelto a reenganchar al consumo del cigarrillo tradicional.

Otra de las medidas que proponen para reducir el tabaquismo es el aumento del precio de la cajetilla. Al respecto Ribera aclaró que un aumento del diez por ciento del coste del paquete provoca que un cuatro por ciento de la población intente dejar de fumar.

Las medidas sanitarias frente al tabaquismo han propiciado un descenso significativo del número de adultos que consumen tabaco en la Comunitat Valenciana, que han pasado del 52,2 por ciento de la población en 2001 al 29,1 en 2014.

En esta autonomía, un 29,1 por ciento de la población adulta consume tabaco de forma habitual (sobre todo hombres, de entre 25 y 44 años); el 49,2 fuma menos de diez cigarrillos al día; y un 41,3 se inició en este hábito entre los 16 y 18 años.