El consejero de Educación de Puig tuiteó a favor de la independencia

El perfil de Twitter de Vicente Marzà estuvo durante dos días (desde el sábado hasta el lunes a las tres de la tarde) sin ninguna entrada, algo que resultó extraño para muchos viniendo de una persona muy activa en esta red social. Algunos interpretaron este espacio sin publicaciones (en el que además, supuestamente, habría bloqueado su cuenta) como un indicio de que Marzà podría estar eliminando entradas polémicas y evitar así un nuevo caso como el del edil madrileño Guillermo Zapata, imputado por sus manifestaciones ofensivas en la red.

Vicente Marzà, hijo de los fundadores de la plataforma de defensa de la enseñanza en valenciano, Escola Valenciana, no ha escondido nunca en las redes su apoyo al proceso independentista de Cataluña. «SíSí Catalunya: Bon vent y i barca (molt) nova! Si feu un país canvieu el sistema, no repetim esquemes d’exclusió i opressió», es una de las entradas en las que el ahora conseller de Educación, Investigación, Cultura y Deporte muestra su apoyo al proceso independentista catalán, con un uso un tanto peculiar de la expresión «bon vent i barca nova». Esta frase, que da título a una canción de Ovidi Montllor, se utiliza para despedir a alguien que se considera prescindible, aunque muchas veces, en un mal uso, sirve para desear buena suerte.

«La independència pendrà ple sentit quan unim els carrers 11-S i les places 15-M, la voluntat d’un poble de ser lliure formulant nova política», es un «retuit» de Marzà, que pertenece al Bloc, la parte nacionalista de Compromís, el partido liderado por Mónica Oltra que acaba de formar Gobierno con el PSPV.

«Comença una jornada històrica pel futur del país. Fem una declaració de sobirania perque el món sencer sàpiga que els catalans som sobirans», es otro «retuit» de Marzà.

Precisamente Oltra ha sido la mentora de Marzà, aunque curiosamente ella no se caracteriza por ser nacionalista. Marzà pertenece a la parte del Bloc que apoya a Oltra, y con su elección la ahora vicepresidenta del Consell abrió una brecha dentro de su propio partido, al descartar a Gràcia Jiménez, la candidata que proponía Enric Morera, cabeza visible del Bloc. Jiménez fue descartada por ser demasiado radical en sus planteamientos sobre la lengua, aunque lo cierto es que Marzà pertenece a la misma plataforma incluso con más radicalismo.

El nuevo conseller de Educación abogó ayer por el «diálogo» y el «consenso» en un departamento que, dijo, debe ser un «medio de cohesión social».