Comunitat Valenciana

Mestre: «Me preocupa que la mujer se autoexcluya de algunas carreras»

La rectora de la Universitat de València subraya que ellas descartan algunos estudios porque piensan que son «muy duros», algo en lo que hay que trabajar

La rectora de la Universitat de València (UV), la primera mujer en llegar a este cargo, Mavi Mestre. KIKE TABERNER
La rectora de la Universitat de València (UV), la primera mujer en llegar a este cargo, Mavi Mestre. KIKE TABERNERlarazon

La rectora de la Universitat de València subraya que ellas descartan algunos estudios porque piensan que son «muy duros», algo en lo que hay que trabajar

La rectora de la Universitat de València (UV), Mavi Mestre, aseguró ayer que le «preocupa» que la mujer se «autoexcluya» de algún grado universitario y diga que no quiere estudiarlo, no porque no le guste, sino porque «es muy duro» para ella.

«Es muy importante que lo vean asequible, posible, que los modelos sean mujeres», afirmó Mavi Mestre durante Los Desayunos de la Agencia EFE en el Colegio de Abogados de Valencia. Según Mestre, hay que trabajar en esta línea desde los últimos ciclos de Primaria y en Secundaria, y que sean modelos femeninos los que expliquen a los alumnos el trabajo que realizan, y que no sea el profesor, «porque si no estamos perdiendo talento femenino».

«No me preocupa que una mujer diga que quiere estudiar Medicina o Derecho porque le gusta, me preocupa que diga que no quiere ser ingeniera porque diga que es muy duro para ella, que se autoexcluya».

Según Mestre, en la Universidad se produce el denominado «efecto tijera» y, mientras que entran más alumnas que alumnos y el rendimiento es mayor en ellas, al llegar a la acreditación para titular o catedrático «se cruzan los datos, sube el porcentaje de hombres y solo el 21 por ciento son catedráticas».

Esto se debe, apuntó, a que al llegar a ese punto la mujer tiene entre 37 y 38 años, un periodo en el que tiene que decidir si quiere ser madre, lo que suele provocar un retraso en esa acreditación.

Recordó que el Gobierno anterior impulsó una ley «que hay que regular» en la que el periodo de maternidad no contabilizaba en el de acreditación y, a la hora de promocionar, la mujer puede decidir si se le cuenta como baja el periodo maternal.

A su juicio, se trata de un tema de «corresponsabilidad, más que de conciliación», de que tanto el hombre como la mujer se reduzcan de forma proporcional sus horarios para que no sea ella la que abandone totalmente su trayectoria investigadora y perjudique su carrera profesional.

También señaló que si se introducen en la Universidad valores como la igualdad, la sostenibiliad o la inclusión, pero no llegan desde la educación infantil y primaria, «hemos perdido el tren». «¿Estamos en pleno siglo XXI censurando formas de pensar?», se preguntó la rectora de la Universitat.