Política

Valencia

«Mis hijos saben qué es comer pan, aceite y sal. He cobrado 9 euros por tres meses»

Profesores interinos exigen a la Generalitat valenciana que solucione definitivamente los impagos de sus nóminas

El secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, recibió a un grupo de interinos. Critican que el conseller Vicent Marzà no haya dado la cara y que además, no haya un compromiso por escrito de que cobrarán el día 21 de este mes
El secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, recibió a un grupo de interinos. Critican que el conseller Vicent Marzà no haya dado la cara y que además, no haya un compromiso por escrito de que cobrarán el día 21 de este meslarazon

Profesores interinos exigen al Consell que solucionen definitivamente los impagos de sus nóminas

Centenares de profesores interinos esperan el día 21 con tanta expectación como el Gordo de Navidad. Es la fecha es la fecha en la que la Conselleria de Educación les ha prometido que ingresarán las nóminas atrasadas. Unos solo cobraron mitad del mes de septiembre, otros ni siquiera eso. Llevan trabajando todo el curso escolar y solo les han ingresado laa parte correspondiente a la subida salarial aprobada para todo el personal de la Generalitat.

No hay cifras oficiales. Mientras que el conseller de Educación, asegura que se trata de «algunas personas» y ponía como ejemplo que en Castellón había 13 impagos, el colectivo de afectados que ha empezado a movilizarse asegura que se les ha reconocido que son unos 700 afectados en la provincia de Valencia.

Detrás de cada cifra hay verdaderos dramas personales. Profesores que asisten todos los días a su puesto de trabajo, asumiendo sus costes de desplazamiento y que ven con desesperación como se acumulan las deudas en el banco. Es el caso de V. R., padre de familia numerosa que ha cobrado por tres meses de trabajo nueve euros. «Estamos subsistiendo con el sueldo de mi mujer y con la caridad de la familia. Como todos, tenemos muchos gastos mensuales, la hipoteca, la luz, el teléfono... «Mis hijos saben qué es comer pan, aceite y sal». El problema no es nuevo de este año. Retrasos en los pagos se han producido en muchas ocasiones, pero afirman que este curso se acumulan más meses y que se da una circunstancia especial. Hay personas que cobraron la nómina de septiembre y luego dejaron de recibir ingresos.

«Queremos que nos paguen lo que nos deben pero también los intereses de demora, como van a hacer los bancos con nosotros».

M. J. está en una situación similar. Trabaja a 40 kilómetros de su casa, paga su gasolina todos los días y ha tenido que recurrir a su padre para que pague las facturas porque ella está ya a cero. «Tengo compañeros con procesos de desahucios abiertos».

Los bancos no tienen garantía alguna de los interinos puesto que su contrato es temporal. Además, la Conselleria de Educación se ha negado a intermediar para evitar este tipo de situaciones. Una solución provisional que se ha hecho en el pasado.

Otro de los afectados asegura que su nómina por dar clase durante todo el curso ha sido de 48 céntimos. «Llevo once años como profesor interino y en esta situación solo me he visto en el curso pasado y en este. Ahora no me queda colchón».

Afirma que después de varias conversaciones con personal de la Conselleria nadie le ha podido asegurar que no vaya a volverse a producir. «Nos reconocieron que éramos unos 700, luego bajaron la cifra a 300, pero lo cierto es que cada mes se quedan de 300 a 3.000 personas sin cobrar».

I. F. es de esos casos extraños en los que sí cobró el primer mes y por tanto, se entiende que sus datos ya estaban dentro del sistema. Después de ese pago, ha cobrado 2,43 euros.

A P. M. por todo el curso escolar le han pagado 12,95 euros. Es separado y tiene dos hijas. «Mi sueldo tal como entra sale y claro, no he podido pagar el alquiler. El viernes me cortaron el teléfono y mi casero me pide el dinero del alquiler».

Los interinos se presentaron por primera vez a la Conselleria cuando comprobaron que tampoco les pagaban noviembre. Allí comenzaron a juntarse varios afectados que comprobaron que el problema era generalizado.

Ahora, les aseguran que están poniendo más personal para que pasen sus nóminas, alegan que el sistema es muy antiguo, que hay que hacerlo a mano y que pondrán remedio para que no vuelva a ocurrir. Un compromiso que nadie ha puesto por escrito.