El Consell aprobará el proyecto de ley de Presupuestos la semana que viene

Cantó utiliza la técnica de Oltra y exhibe una camiseta de crítica con los líderes de Compromís, Nomdedéu, Fuset y Grezzi

El Consell aprobará la próxima semana el proyecto de Presupuestos para el próximo año. Así lo anunció el president Ximo Puig durante el pleno de control al Gobierno autonómico que se ha celebrado en Les Corts.

De esta forma, el Ejecutivo cumple el plazo previsto en el que se establece que deben ser presentados antes de que comience el mes de noviembre, y Ximo Puig cumple su palabra de no prorrogar las cuentas de la Generalitat, a pesar de que todavía no se conoce la inversión total que el Estado destinará a la Comunitat. El presidente anunció, así mismo, que mañana se aprobará el proyecto de la ley del juego.

A pesar de los recortes exigidos desde Madrid, Puig aseguró que en 2020 los presupuestos se mantendrán en la misma línea que los de 2019, que crecieron un 10 por ciento con respecto a los del año anterior, aunque ahora han tenido que aplicarse unos recortes que todavía el Gobierno valenciano no ha querido explicitar, a pesar de la comparecencia del conseller de Hacienda, Vicent Soler, en la que no aclaró de dónde saldrían los millones a restar.

No hay que olvidar que la propia ministra de Hacienda, María Jesús Montero, recriminó a Soler su intención, manifestada públicamente, de prorrogar las cuentas de este ejercicio ante la falta de precisión económica que genera no tener presupuestos del Estado. La llamada de atención del Ejecutivo central ha tenido efecto. El propio conseller Soler matizó su postura, e incluso llegó a asegurar que nunca habló de prórrogas.

Para adornar su intervención, el único dato que esgrimió el presidente sobre los próximos presupuestos fue que incluirán una partida de 4,8 millones de euros de intereses de demora por facturas que el PP, en su etapa de Gobierno, no hizo efectivas en los plazos marcados por la ley.

La camiseta con los líderes de Compromís

La exhumación de Franco, los altercados en Cataluña y la situación de algunos de los líderes de Compromís fueron otros de los temas destacados en la sesión de control.

En este ámbito, el síndic de Ciudadanos, Toní Cantó incidió durante su intervención en este último asunto, e incluso emuló a la vicepresidenta Mónica Otra, cuando antaño (todavìa en la oposición) hacía valer sus críticas políticas portando camisetas reivindicativas. En esta ocasión, Cantó hizo visible la incoherencia de que todavía se mantengan en sus puestos institucionales los concejales del Ayuntamiento de Valencia, Fuset y Grezzi y el secretario autonómico de empleo, Enric Nomdedéu, quien acusó a la policía de incitar a la violencia en Cataluña en su cuenta de Twitter y enseñó una camiseta en la que estaban estampados sus rostros. Pero también hizo alusión al director general de comercio que dijo «go home» a los inversores o el conseller Marzà, que tiene ya 40 sentencias en contra de su gestión.

El líder de la formación naranja instó al presidente de la Generalitat a romper con «sus socios» de Compromís, a los que acusó de «bloquear las inversiones claves para la Comunitat Valenciana por motivos ideológicos, mantener imputados en las instituciones, o pedir la amnistía para los golpistas».

Por supuesto, no faltó la crítica al bloqueo de Intur Mediterráneo del que recordó que «puede costar 50 millones por año de retraso» y la oposición a la ampliación del Puerto de Valencia que impedirá «la creación de miles de puestos de trabajo».

La síndica del PP, Isabel Bonig, defendió la Constitución de la que dijo «representa a todos y es un ejemplo de que la concordia fue posible». Por ello, le preguntó al jefe del Ejecutivo cuál es su sentimiento «cuando sus socios de gobierno atacan los pilares fundamentales del Estado, como la independencia de jueces y fiscales y el ministerio público».

El presidente Ximo Puig enseñó en el Pleno la sentencia de su despido hace tres décadas del periódico Mediterráneo, tal como le pidió Bonig.

Bravo «no da la cara»

El Grupo Parlamentario Popular criticó el bloqueo de los partidos del Botànic para que la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, explique en su comparencia del próximo jueves, los datos sobre el fallo del desfribilador en la Ciudad de la Justicia donde falleció un hombre tras sufrir un infarto. «Parece que la consellera no quiere venir a dar la cara y de nuevo busca resquicios para no tener que explicarle a los valencianos todas las circunstancias que rodearon este triste suceso».

También hicieron constar en la Junta de Sindics las descalificaciones lanzadas por el Presidente de la Generalitat, Ximo Puig, durante la Sesión de Control contra la síndica del PP, Isabel Bonig a quien ha llamado «indigna y miserable» por pedirle pruebas de su despido en periódico Mediterráneo con cuya indemnización compró las acciones del periódico que todavía hoy le generan beneficios.