Política
«Quien utiliza la corrupción de otro en beneficio político propio se equivoca»
J.M. GARCÍA MARGALLO. Ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno en funciones de España. Estuvo ayer en Denia para participar, junto a sus compañeros de partido, en la apertura del curso político del PP en la Comunitat Valenciana
J.M. GARCÍA MARGALLO. Ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno en funciones de España. Estuvo ayer en Denia para participar, junto a sus compañeros de partido, en la apertura del curso político del PP en la Comunitat Valenciana
-Cómo afecta la situación política actual a las relaciones internacionales de España?
-Desde luego, no positivamente. España es, en estos momentos, uno de los miembros más importantes de la Unión Europea y el deseo de nuestros socios es que la situación se desbloquee cuanto antes y dé paso a un gobierno estable que pueda afrontar junto a ellos los grandes retos que se avecinan, que son, entre otros, el enfriamiento global de la Economía, los grandes desplazamientos de personas, el desafío populista, el terrorismo de Daesh y la refundación de Europea después de la salida de Reino Unido. Una Europa fuerte necesita a una España fuerte.
-¿La crisis en el PSOE ha abierto una brecha también en el país?
-Yo creo que lo que se ha abierto ha sido una brecha en el partido socialista. Un partido con una gran tradición e historia, que jamás se había visto en una situación similar. Yo quiero y espero que el PSOE se recupere porque España necesita a un partido socialista fuerte para, junto al PP, afrontar todos esos retos de los que he hablado
-Usted habló el jueves de «un Gobierno de concentración nacional» Y de situación de «emergencia nacional». ¿Tan grave considera lo que ocurre en la actualidad?. ¿No es hacer dramatismo?
-Yo, lo que dije fue que, sin ánimo de dramatizar, España vive una auténtica emergencia nacional ante la cual se necesita un PSOE fuerte para que pase a formar parte de la solución y no siga siendo parte del problema como en estos últimos momentos. Estamos ante el mayor desafío secesionista de la historia de España cuando el Gobierno está en funciones. Hay que afrontar este y otros retos. Y, ello, requiere un gobierno fuerte. Con la participación del PSOE, si lo aceptan, o bien que permitan un gobierno del PP desde la abstención y que ese nuevo gobierno asuma los puntos programáticos que el PSOE considere esenciales.
-¿Cómo nos ven en Europa?
-A nivel político, el gran paso de esta legislatura es que hemos pasado de ser un socio cuestionado cuando llegamos al Gobierno a ser un compañero en el que se puede confiar. España ahora cumple sus compromisos y ayuda a la Unión Europea a que los demás también los cumplan, con lo que es parte esencial para el equilibrio europeo. Por ello, Europa mira con atención y expectación todo lo que nos está sucediendo, lo que hace aún más importante el tipo de respuesta que demos a la situación.
-¿Cree que con lo que está cayendo debería haber unas terceras Elecciones
-Soy un hombre que se formó políticamente en el consenso, el diálogo y el acuerdo de la Transición democrática. Y, como tal, creo que siempre que exista voluntad de entenderse todo es posible hasta el último minuto. Unas terceras Elecciones no son deseables para los españoles ni presentables ante nuestros socios europeos. Por ello, espero que finalmente se cierre la puerta al no por el no y se abra la puerta al diálogo, a la confrontación de ideas y a ponerse en el lugar del otro. Si esto sucede, no habrá Elecciones. Y lo que sí habrá será un acuerdo, que podrá significar muchas cosas, pero sobre todo una: que todos los partidos hemos primado el interés de España y de los españoles por encima de cuestiones particulares.
-Lo que ocurre hoy en el PSOE, ¿podría ocurrir en su partido?
-No. En el Partido Popular todos tenemos una clara idea de España. El problema o parte del problema del PSOE es que había o hay algunos que no tienen esa idea tan clara.
-¿Qué piensa de lo que ha ocurrido con Rita Barberá?
-A nivel judicial, que hay que respetar la presunción de inocencia y dejar que actúe la justicia. Y a nivel personal, me produce tristeza ver a Rita en la situación en que está hoy. Rita transformó Valencia en la gran urbe que es hoy y fue la que le dio a la ciudad el prestigio internacional que ahora tiene.
-¿Considera que se ha utilizado a la Comunidad Valenciana como foco de la corrupción para desviar las miradas en otros puntos del país? ¿Por qué?
-La corrupción es un problema de la sociedad que afecta a todos los partidos. Y debemos buscar la solución entre todos. El que utiliza la corrupción de otro en beneficio político propio se equivoca. El pasado diciembre ya dije que hacía falta un gran acuerdo de todos los partidos para poner en marcha todos los cortafuegos que se consideren necesarios para acabar con la corrupción. Aún estoy esperando la respuesta de los otros partidos.
-¿Cómo ve la situación del Ayuntamiento de Valencia?
-Es una situación complicada. Sin embargo, si usted repasa los resultados de las pasadas elecciones generales, el PP subió en votos en Valencia mientras otros bajaron. Yo creo que, al final, los ciudadanos quieren gobiernos que respondan a los retos que se les plantean. Y los actuales tripartitos no están dando respuesta ni a nivel local ni autonómico.
-¿Cree que hay contradicción entre la postura de la dirección nacional y la regional en este tema?
-No. En absoluto. Lo que sí hay es una complementariedad en las decisiones que se adoptan entre dos niveles del partido. Uno, autonómico, y otro nacional. No hay que buscar tres pies al gato. La relación entre el PPCV y la Dirección Nacional es magnífica.
-¿Cómo ve la evolución del PP en la Comunidad, en los últimos años?
-Tras las Elecciones de 2015, que ganamos, el PP de la Comunitat se recompuso con mucha rapidez. Tuvimos claro cuál era problema y cuál su solución. Hoy día, somos un partido infinitamente más fuerte y hemos retomado el hilo con la sociedad, pero hay que seguir trabajando porque siempre hay un nuevo reto.
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