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Valencia

¿Saca leche el bebé en las tomas eternas?

Las primeras horas de vida son determinantes para establecer la lactancia materna

El contacto piel con piel, sin ropa, es fundamental. La madre y el bebé no deben estar separados durante las dos primeras horas de vida. Hay que vigilar que el bebé se aproxima al pecho, pero sin obligarle a engancharse a la teta
El contacto piel con piel, sin ropa, es fundamental. La madre y el bebé no deben estar separados durante las dos primeras horas de vida. Hay que vigilar que el bebé se aproxima al pecho, pero sin obligarle a engancharse a la tetalarazon

Es imposible que no gane peso, se pasa todo el día enganchado a la teta. Esta es una frase que repiten algunas madres agobiadas por un bebé que demanda mamar constantemente y que puede estar en el pecho una hora o más. Se adormecen durante la toma y en cuando la madre intenta retirarlo vuelve a succionar. En fin, la toma se hace eterna. Para desesperación de los padres, cuando acuden a consulta el peso refleja o bien que la ganancia es insignificante o incluso que ha perdido peso.

En esos momentos suena la palabra «mágica», la que toda madre que amamanta no desea oír: «Habrá que darle una ayudita de leche artificial». La madre, agotada de llevar al bebé todo el día al pecho, acepta. «Necesito que me ayuden». No sabe cómo hacer para que mame menos tiempo y que la toma sea más eficaz.

Cuánta razón tiene esta madre. Necesita ayuda, pero ¿se le está dando de forma acertada y a la persona indicada? ¿a quién tenemos que ayudar a la madre o al niño con la ayudita? Realmente hay una falta de apoyo para iniciar y continuar la lactancia.

Nada contribuye mejor a un comienzo que facilitar el contacto precoz nada más nacer. La madre y el bebé no deben estar separados durante las dos primeras horas. El contacto piel con piel, sin ropa, es fundamental. Además, hay que vigilar que en este tiempo el recién nacido realice la primera toma al pecho.

Digo vigilar, pero sin molestarles, sin aproximar al lactante al pecho obligándole a engancharse a la teta. Dejar al recién nacido en un ambiente tranquilo para que su instinto le permita reptar por sí solo y cogerse de forma correcta al pecho y hacer la primera toma. Esta es la primera gran ayuda a la lactancia.

Continuar ayudando, sin establecer horarios rígidos, que sea el lactante quien decida cuántas tomas desea hacer. Eso sí, vigilando que reclame ser amamantado, que no prefiera dormir a comer. Para estos lactantes marcaremos la demanda, asegurando así que hagan unas 10-12 tomas en 24 horas, hasta que sean capaces de pedir por sí mismos.

Nada de suero glucosado, biberones, ni chupetes. La mejor ayuda será una buena postura y agarre al pecho que asegure un buen vaciado del mismo y observar que se produce una transferencia de leche al bebé. El profesional debe examinar la succión y el enganche al pecho, asegurando que realmente obtiene la leche que necesita. También hay que tener en cuenta que algunos lactantes dan la falsa sensación de que están comiendo y no es así, incluso se agotan de succionar y se duermen sin haber comido. También se niegan a apartarse del pecho, volviéndose a coger con ansia si se les intenta alejar de la teta.

Importante y nada fácil es observar la toma para garantizar que ha sido nutritiva. El examen del patrón de succión debe ser realizarlo por personal cualificado y con la experiencia y habilidad suficiente para discernir si el bebé obtiene o no la leche. Ante la mínima dificultad lo recomendable no es ofrecer suplementos de fórmula a un bebé que toma lactancia materna. Mejor que la «ayudita» sea de leche materna, preferible «ayudar» a la madre a extraerse leche. Al principio obtendremos cantidades de 2-5 mililitros de calostro, dosis más que suficiente para suplementar el diminuto estomaguito del recién nacido.

Cuantas más veces la madre practique la técnica de la extracción más leche obtendrá. El cuerpo responde mejor a las extracciones que se realizan durante las primeras semanas, con menos inversión de tiempo se producirá poco a poco más cantidad de leche. En cambio, resultan menos productivas si se realizan pasados unos meses.

En definitiva, un buen inicio de la lactancia garantiza una buena continuación.

Por último, no quiero dejar de felicitar a las compañeras del Hospital Doctor Peset de Valencia. Deseo hacer una pequeña reflexión. Hace unos días salió en prensa que decía que los partos se habían disparado en este centro un 18% por las habitaciones individuales. En mi humilde opinión no creo que este sea el hecho más importante por el que una madre decida parir en dicho hospital, sobre todo porque en Valencia son más los hospitales que ofrecen habitaciones individuales. Las madres nos transmiten cuando acuden al Centro de Salud después de ser asistidas en el Hospital Doctor Peset el maravilloso trato recibido por el equipo de profesionales, que han luchado por cambiar prácticas e intervenciones rutinarias, implementando otras que respeten el derecho de los padres. A modo de ejemplo, podría nombrar el piel con piel. Este equipo de profesionales garantiza que se haga adecuadamente y como mínimo respetando las dos primeras horas de vida. Preocupándose a la vez de asegurar que la madre reciba en todo momento apoyo emocional, respetando sus decisiones, garantizándole autonomía y privacidad. En definitiva, un trato humano que no requiere medios tecnológicos ni de más presupuesto, sino de humanidad. Las compañeras que trabajan allí, además de ser grandes profesionales demuestran que rebosan sensibilidad por los cuatro costados. Con estas palabras, solo me limito a transmitir el sentir de las madres que acuden a parir a este hospital desde el centro de salud en el que yo trabajo.