Comunidad Valenciana

Sentimientos dispares

La Razón
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La Alcaldía de Alicante ha pasado al PP y la ostenta desde el jueves Luis Barcala, que radiaba la lógica satisfacción de alcanzar una de las metas más importantes para un político: ser alcalde de su pueblo. Imagino que a esa alegría uniría cierta sorpresa por la maniobra vivida y derivada de la abstención de una tránsfuga, militante de Podemos integrada en la coalición «Guanyar Alacant». Pero sobre todo, por los vericuetos del destino para unos y los renglones torcidos de Dios para otros. ¿Cómo iba a imaginar que alcanzaría la poltrona municipal ocupando el puesto número cuatro de la candidatura del PP en las municipales de 2015?.

En paralelo ¿qué pensará estos días Asunción Sánchez Zaplana «Suni» la que fuera candidata oficial a esa Alcandía por el PP? Por muy bien que se viva en esa especie de «cementerio de elefantes» que es el Senado ¿estará arrepentida de haber dimitido y haber perdido la ocasión de satisfacer su sueño político, como así aseguraba en la campaña electoral?. ¿Preferiría estar en la piel de su compañero Luis Barcala?.

Algo parecido pudiera acontecer a José Císcar, que ocupó el número tres de aquella lista, por delante de Barcala, aunque su situación no es la misma que la de «Suni» ya que su objetivo no se centraba en el Ayuntamiento alicantino sino en la Presidencia de la Diputación, puesto que se le tornó imposible por el veto a su persona de Ciudadanos.

Desconozco las reflexiones de Mari Ángeles Goitia, número dos de aquella lista, cuya generosidad fue reconocida ayer por el ya primer munícipe y recompensada como vicealcaldesa. Así es la vida.