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Si deseas amamantar pide ayuda, hay alternativa al biberón

“Un parto largo e instrumentado puede provocar estrés y cansancio en el recién nacido. De ahí que pueda disminuir su instinto de succión, haciendo que se retrase la primera toma al pecho»

Dar leche de suplemento con una sonda adosada sirve para estimular la producción de leche. Sin embargo, puede no ser una buena opción para una madre que esté agotada y dolorida porque debe estar pendiente de la sonda
Dar leche de suplemento con una sonda adosada sirve para estimular la producción de leche. Sin embargo, puede no ser una buena opción para una madre que esté agotada y dolorida porque debe estar pendiente de la sondalarazon

Siempre he pensado que cuando una madre que desea amamantar no lo consigue es en parte porque la ayuda de los profesionales ha fallado.

Recuerdo el caso de una madre que en la primera visita que acudía a consulta con su recién nacido de cinco días me dijo que cuando estaba embarazada su gran deseo era amamantar, pero con los problemas que estaba teniendo con la lactancia decidió «descansar».

Se sentía sin fuerzas, estaba exhausta y percibía que su bebé prefería la leche de fórmula que le ofrecía en biberón. Además para aumentar su agotamiento, sentía que sus pechos le iban a estallar, el dolor era insoportable.

El bebé nació a las 38 semanas de gestación, el parto fue provocado debido al riesgo de preeclampsia. Duró 42 horas. El bebé estaba retenido en el canal del parto, la madre, sin fuerzas, necesitó de la ayuda de fórceps, instrumento quirúrgico similar a unas pinzas, pero con extremos en forma de cuchara, que se utiliza para facilitar la salida de la cabeza del bebé del canal del parto. Como consecuencia de ello, la madre sufrió un desgarro importante y necesitó puntos de sutura. A pesar del dolor, este no fue un obstáculo que reprimiera su deseo de amamantar. Lo intentó durante las 24 horas siguientes, pero, como reza el dicho, las desgracias nunca vienen solas. Valoraron que el bebé había perdido mucho peso (el 6% del peso al nacimiento), por lo que se decidió que debía tomar suplemento de fórmula. Eso sí, le enseñaron cómo suplementar con una sonda adosada a su pecho, para que así cuando el bebé succionara del pecho obtuviera como recompensa la leche de fórmula. Así, ayudaría con la succión a estimular la producción de leche materna.

Incluso siendo este un método recomendable no debemos obviar que su manejo puede resultar complicado en una madre que se siente incómoda, agotada y dolorida, ya que debe estar pendiente de que la colocación de la sonda sea adecuada para conseguir que el bebé succione del pecho y no lo haga solo de la sonda.

La pérdida de peso después del nacimiento es normal en todos los bebés, no siendo una buena práctica dejar que el lactante llegue a perder el 10% del peso (límite máximo aceptable). Antes se deben adoptar medidas. Pero como opción primordial no está el ofrecer suplementos de leche de fórmula en una madre que desea amamantar. Debería ser la última de las alternativas. Antes de contradecir su deseo de amamantar, deberíamos emplear otras alternativas y hacer una valoración de la toma al pecho para ver si hay algún problema de succión. No debemos olvidar que se trata de un bebé que ha nacido mediante un fórceps y en ocasiones este instrumento puede producir alguna alteración en la succión. El lactante puede sentirse dolorido y el dolor puede afectar negativamente a su patrón de succión y, por lo tanto, hacer que la transferencia de leche no sea adecuada.

Un parto largo e instrumentado puede provocar estrés, cansancio en el recién nacido y disminuir su instinto de succión, haciendo que se retrase la primera toma al pecho.

Quizás sea necesario tener que alentar al bebé a amamantar. Hay que observar si la succión es productiva o si por el contrario el lactante se duerme al pecho y no está tomando leche. Es imprescindible realizar una valoración minuciosa para que antes de llegar a una perdida excesiva de peso podamos evitarla enseñando a la madre a realizar extracción manual de calostro para poder suplementar al lactante en caso de ser necesario. De esta manera, además favoreceremos el aumento de la confianza de la madre en su capacidad para amamantar, contribuyendo a una mejor recuperación del parto, ayudando con la lactancia a que la madre se sienta más relajada y favoreciendo su descanso.

Por lo tanto, las actuaciones del profesional deben ir encaminadas a salvaguardar la lactancia. Cuando un bebé es alimentado con leche de fórmula no lo ponemos al pecho de su madre para que recupere el peso que haya podido perder. Es ilógico hacerlo si la madre ha manifestado su deseo de no amamantar. Entonces, ¿por qué damos leche de fórmula a un bebé cuya madre quiere lactar?

Todas las madres después del parto producen calostro en cantidades suficientes para satisfacer las necesidades del bebé y garantizar la recuperación del peso perdido, tan solo se trata de tener interés en querer hacerlo.

Pautar suplemento de fórmula es lo más fácil, pero no está exento de riesgo. Además de conllevar varios niveles de riesgo para la salud de la madre y del lactante, supone provocar en la madre una falsa inseguridad en su capacidad de producir leche, cosa que no es verdad, porque con el calostro el lactante tiene suficiente. Optando por esta alternativa estamos poniendo zancadillas a la lactancia, puesto que retirarlo no es tan sencillo cuando ya hemos creado incertidumbre en la madre. Por ello, cuando una madre que desea amamantar no llega a conseguirlo, deberíamos plantearnos si es porque la ayuda recibida por parte de los profesionales no ha sido la adecuada.