Valencia se rinde ante el fervor fallero

La ciudad de Valencia tiene un color y un olor especial en Fallas. Al aroma de los petardos y los churros se ha sumado el de las toneladas de claveles que, desde ayer, configuran por completo el manto de la Virgen de los Desamparados. Un diseño espectacular que ha sido el encargado de vestir a la «Geperudeta» en la Ofrenda de Valencia, el acto más multitudinario y especial de todo el mundo fallero.

Comisiones venidas de toda la ciudad y de algunas localidades de los alrededores fueron las encargadas de llenar de flores una ciudad que hoy agota los últimos cartuchos, y nunca mejor dicho, a la espera de la gran noche de la «cremà»

Durante dos días, más de 60.000 falleros de toda la Comunitat desfilaron para rendir honores a la Virgen de los Desamparados. Muchos fueron los que, gracias a sus ramos, completaron un dibujo minimalista y sencillo, pero en el que los 38 vestidores que esta año se han encargado de recoger las flores pusieron todo su amor e ilusión para honrar a la patrona de todos los valencianos.

Como es habitual, muchas sonrisas de nervios y sentimientos encontrados fueron las claves de un desfile que, como todos los años, cumplió todos los horarios y evitó faltas e incorrecciones.

Junto al clamor popular de todos aquellos que se acercaron a disfrutar de este espectáculo se unieron las lágrimas de falleros y falleras, que han vivido un año en el que las dificultades han sido la tónica de la mayor parte de los hogares.

Finalmente, la fallera mayor de Valencia, Begoña Jiménez, fue la encargada de poner el broche y final a esta tradicional ceremonia. No pudo reprimir las lágrimas y la emoción de compartir reinado con la patrona de todos los valencianos.

Las fiestas falleras finalizarán hoy, pero durante los últimos cinco días, miles y miles de falleros y visitantes han disfrutado de la que para muchos es la mejor fiesta del mundo. Un privilegio que ha puesto de relieve que ni la manida crisis ha podido con la fuerza de las Fallas.