Conflictos laborales

140 millones para borrar el amianto

El suburbano ha elaborado un protocolo para formar a los trabajadores sobre la presencia de este material y cómo actuar si dan con él
El suburbano ha elaborado un protocolo para formar a los trabajadores sobre la presencia de este material y cómo actuar si dan con éllarazon

Los trenes quedarán libres del material tóxico en 2019; el resto de la red no quedará totalmente limpia hasta 2025

La dirección de Metro de Madrid presentó ayer a los sindicatos en la comisión constituida la semana pasada para desamiantar el suburbano el plan para actuar en toda la red de Metro, tanto en el material móvil, como en estaciones y otras instalaciones. Para llevar a cabo este trabajo, la Comunidad ha establecido un presupuesto inicial de 140 millones de euros, que podrá variar en caso de detectarse un mayor número de zonas afectadas. En concreto, todo el material móvil de Metro estará libre de amianto a finales de 2019: «Nos hemos asegurado de que estos vagones no se reutilicen, sino que se conviertan en chatarra», explicó un Teo Piñuelas del sindicato UGT. Según este plan, la eliminación del amianto de los trenes contará con una inversión de 5 millones de euros.

Paralelamente a la retirada en trenes, Metro llevará a cabo las acciones necesarias para eliminar el amianto en los elementos aislantes de 21 subestaciones eléctricas, para lo que invertirá
1 millón de euros en 2018 y 2019. Además, desde este mismo año, y hasta 2021, se retirará el amianto en 20 estaciones, en el marco del Plan de Modernización de estaciones que Metro de Madrid tiene en marcha (ya se ha retirado en tres estaciones que se han renovado recientemente dentro de este plan: Torre Arias, Canillejas y Suanzes), para lo que invertirá 64 millones de euros que ya estaban previstos antes de la puesta en marcha de este plan. «En 2021 Metro habrá acabado con más de la mitad del amianto detectado y en 2025 ya habrá finalizado prácticamente la eliminación del mineral», añadió el miembro de UGT.

«El plan es positivo porque recorta la normativa actual en cuanto a plazos y acelera la eliminación del amianto. Vamos a mantener reuniones semanales con Metro para mantenernos informados sobre el desarrollo de las obras», indicó Piñuelas. Además, la empresa cuenta con un Comité de Salud Laboral que dispone de una asesora y calculará el número de trabajadores que han estado en contacto con el amianto.

CC OO, sindicato al que pertenecen los trabajadores afectados por el amianto, no forma parte de esta comisión que, consideró su portavoz, Juan Carlos Cruz, «solapan las tareas de organismos que ya existen en Metro para luchar contra el amianto».