Política

Retiro

250.000 euros: la factura de la huelga

El Ayuntamiento tendrá que afrontar la reposición de los 260 contenedores que han ardido hasta el momento

Este domingo dos personas más fueron detenidas. El saldo de contenedores quemados se eleva a 260
Este domingo dos personas más fueron detenidas. El saldo de contenedores quemados se eleva a 260larazon

La factura que los madrileños van a pagar por la huelga de los empleados de limpieza no se limita sólo a una semana (hasta ahora) soportando malos olores y basura tirada por todas partes, sino que también tendrán que desembolsar alrededor de 250.000 euros para reponer los cerca de 260 contenedores quemados por radicales que no eran ni trabajadores afectados ni sindicalistas. Eso hasta el momento, porque la cifra de incidentes violentos va aumentando cada noche. Cada contenedor de reciclaje (papel, envases, vidrio) cuesta unos 950 euros y los pequeños de comunidad (los grises de tapa naranja), 250 euros, según fuentes municipales.

La madrugada de ayer volvió a ser violenta en las cada vez más sucias calles de la capital. Los radicales volvieron a quemar contenedores, hasta 26 esta vez, y el fuego provocado afectó a dos vehículos aparcados al lado. En relación con estos incidentes, la Policía detuvo esta madrugada a dos jóvenes de 25 años, ninguno de ellos relacionado con la huelga de limpieza ni con grupos radicales, a los que sorprendió cuando quemaban un contenedor de basura a la altura del número 2 de la calle Estrella Polar, en el distrito de Retiro, según la Jefatura de Madrid. Se trata de Marco, S. A. y Daniel T. R. y se les incautaron cuatro mecheros.

Cuando llegaron los agentes de la Policía Nacional, los dos individuos trataron de huir, pero consiguieron arrestarles y les trasladaron a la comisaría de Retiro. A las pocas horas fueron puestos en libertad, como las otras once personas detenidas por idénticos motivos a lo largo de estos días.

Quienes tienen estos días más trabajo a causa de la huelga son los agentes de la Policía Municipal, al escoltar y velar por el cumplimiento de los servicios mínimos, que no suelen cumplirse al 100 por cien. Durante el turno de la mañana de ayer acudieron a su puesto de trabajo el 96,8 por ciento del personal establecido como servicios mínimos, que son del 40 por ciento para la limpieza urbana y el 25 por ciento para la jardinería. De ellos, el 81 por ciento salió a trabajar aunque finalmente sólo un 76,5 por ciento pudo desempeñar sus labores con normalidad, según las mismas fuentes. De hecho, desde las concesionarias de los servicios (OHL, FCC y Valoriza) aseguraron ayer que había trabajadores de jardinería que habían preferido no salir a trabajar por «razones de seguridad». Sin embargo, los sindicatos siguen afirmando que los piquetes informativos situados en los cantones no han sido nunca agresivos.

Desde UGT –convocante de estos paros junto a sus compañeros de CC OO y CGT– criticaron ayer que durante las reuniones que están manteniendo con las empresas, ninguna de ellas ha hablado de «desbloquear esta situación ni de negociar los más de mil despidos» que se anunciaron. Los convocantes de los paros, a causa de los ERE que van a presentar algunas adjudicatarias del contrato municipal y que va a suponer el despido de más de 1.100 empleados, se quejaron ayer de la pasividad que el Ayuntamiento de Madrid está mostrando en el conflicto, porque «en ningún momento se ha puesto en contacto con sindicatos, comités ni se han ofrecido para mediar».

No obstante, la alcaldesa de la capital, Ana Botella, sí se ha reunido con las concesionarias para presionarlas. Lo hizo el pasado viernes, cuando les exigió llegar pronto a un acuerdo y les recordó los impagos que se producirán el próximo mes (cuando les abonen noviembre) por no cumplir los mínimos obligatorios.

En el cantón por «motivos de seguridad»

Las empresas concesionarias del servicio de limpieza viaria en la capital informaron ayer, a través de una nota, de que desde la noche del sábado han decidido «que no salgan los servicios mínimos por seguridad de los trabajadores». Una circunstancia que, aclaran, sólo se ha producido en «algunas zonas», a pesar de que «continúan los piquetes en los cantones, que en algunos casos retrasan o impiden la salida de los servicios mínimos».