Amenazas a los vecinos que aparcan junto a los cubos

Vecinos de Chamberí denuncian que los «traperos» ilegales les tienen atemorizados.

Si ya de por sí es difícil aparcar en la almendra central de Madrid, ¿se imagina que el único sitio libre estuviese vetado porque varias personas están intentando sacar cartones de los cubos de basura? Este es el problema con el que tienen que lidiar día a día los vecinos de Chamberí cada vez que quieren dejar su vehículo cerca de los contenedores. «Sí dejamos los coches al lado de los cubos de reciclado les molesta porque no pueden pasear su carrito y nos amenazan para que lo cambiemos de sitio», cuenta Almudena, presidenta de la plataforma vecinal «Chamberí se Defiende». Ante estas intimidaciones, la mayoría de vecinos opta por marcharse y buscar otro hueco para su vehículo por miedo a encontrárselo «destrozado» a su vuelta. Sin embargo, la situación con los «cartoneros» está empezando a cansar a los vecinos.

Según cuenta Almudena, antes hacían sus rutas de recogida de cartones a altas horas de la madrugada y nadie se enteraba pero ahora «lo hacen a cualquier hora». Su modo de actuar es siempre el mismo. Se montan en sus grandes –y destartalados– camiones y comienzan a recorrer el barrio en busca de este bien tan preciado para ellos. El modus operandi es muy sencillo: «actúan en pequeños grupos, se meten en los contenedores, y echan fuera todo el cartón que pueden, hasta llenar una especie de sacos con ruedas que luego vuelcan en el camión», explica Isabel, una vecina del barrio.

Pero eso no es todo, según cuentan desde la plataforma vecinal, además de ralentizar el tráfico y evitar que la gente aparque cerca de los contenedores con «serias amenazas», estos cartoneros «mojan los cartones con una especie de manguera y se ponen a secarlos en la Plaza Lucio del Valle». ¿Qué consiguen con esto? Que sus cartones pesen más y que el precio de su venta sea más elevado. Lo tienen todo pensado.

Chamberí se Defiende critica que poco a poco van «haciéndose con el barrio», lo que antes era una plaza donde los más pequeños de la casa podían jugar con sus monopatines o bicicletas, ahora se ha convertido en un auténtico tendedero de cartones. Son varias las vías del barrio de Chamberí que sufren esta problemática, que se ha visto agravada con la instalación de los nuevos contenedores –más fáciles de abrir–. En las calles Joaquín María López, Guzmán el Bueno, Galileo, Juan de Austria, Vallehermoso, Conde Valle Suchil y San Bernardo es habitual ver a las bandas actuando.

Esta rutina, altera el día a día de los muchos vecinos de la zona. Javier es uno de los afectados: «Entiendo que la situación de los cartoneros no es ni buena para el barrio, ni para el ayuntamiento, ni mucho menos para ellos que realizan una actividad peligrosa», explica. En la misma línea se expresa Silvia, que se siente «incómoda y molesta», porque, señala, «si los vecinos nos preocupamos de meter los cartones en el contenedor y de reciclar, no me gusta que los esparzan por el barrio».

Sin embargo, otros chamberileros se lo toman con más filosofía. «Entiendo que tienen que ganarse la vida y sacar adelante a su familia, no lo hacen por vicio, sino por necesidad. Para mi no es un problema, no me voy a cambiar de barrio porque haya cartoneros en Chamberí», explica Juan José, en conversación con LA RAZÓN. «No nos gusta que ensucien las calles, pero te da pena, intentan ganar algo de dinero con lo que puede, y desde luego no se hacen ricos», remacha Isabel.

El negocio del cartón es muy lucrativo. Hasta julio de este año, el Ayuntamiento de Madrid contabilizó un total de 18.032 toneladas de cartón recogidas.