Carmena adjudicó un local en Chamberí a colectivos afines

Invirtió 350.000 euros en acondicionar un local de Bravo Murillo para una organización que se fundó un mes antes del concurso de cesión.

Hace once meses abría sus puertas en el distrito de Chamberí un local de 318,5 metros cuadrados de propiedad municipal.Un espacio en la colonia de casas del Parque Móvil –en concreto en el número 37-39 de Bravo Murillo– que había estado vacío durante años. Dentro de su proyecto para ceder espacios a entidades vecinales el Ejecutivo de Manuela Carmena abrió un proceso con las asociaciones del distrito para elegir a los adjudicatarios del local. La Asociación Casa de Cultura y Participación Ciudadana de Chamberí, que se inscribió en el registro de asociaciones del Ayuntamiento de Madrid con fecha 11 de abril de 2016, se impuso a otras once candidatas y «tomó posesión» del local el 23 de marzo pasado. Los ediles Nacho Murgui y Jorge García Castaño, entonces concejal presidente de Chamberí, se encargaron de la entrega de llaves ante la incredulidad de otras agrupaciones vecinales con años de historia en el distrito y que ahora se han levantado en armas.

Es el caso, por ejemplo, de la Asociación de Vecinos El Organillo que ya ha celebrado su cuarenta aniversario (se fundó en 1975) e invita a indagar en la composición de la asociación vencedora: cuatro asociaciones de padres de alumnos de colegios de Chamberí, la plataforma por la Escuela Pública del distrito, Café Feminista de Chamberí, Entornos Saludables y Conscientes, un taller de batucada, Huerto Encantado –que planta sus vegetales en el valle del Tiétar– o el grupo de consumo ecológico «Olavide Verde», además de dos grupos de scouts, lograron sacar casi 85 puntos más que El Organillo, que representa a 3.000 vecinos y quedó en segunda posición en el concurso que celebró la Junta Municipal.

«Se trata de una amalgama de asociaciones afines a Ahora Madrid que antes no existían y que se juntaron para conseguir un local del Ayuntamiento», asegura Pilar Rodríguez, miembro de la Ejecutiva de El Organillo. Y es que se da la circunstancia de que la convocatoria para la cesión del local se aprobó el 2 de junio, cuando la asociación ganadora apenas contaba con poco más de un mes de vida, y que Casa de la Cultura obtuvo la segunda mejor calificación en arraigo en el distrito y casi la máxima nota en el criterio que valoraba el impacto de su actividad. «Representan bien lo que se hace en el barrio. Colectivos que construyen ciudad. Es incuestionable, desde el punto de vista representativo, que lo que es el tejido social del distrito», reafirmó la idoneidad de la decisión tomada por la Junta de Chamberí García Castaño, que acababa de gastarse 350.000 euros (cifra que ofreció el Ayuntamiento en la nota de prensa de la presentación del espacio vecinal) en adecuar el local y amueblarlo. Sólo en 2016 de las arcas de la capital salieron 272.466 euros, una de las partidas más importantes de las que se invirtieron en ese año en el distrito, para las obras de acondicionamiento de unas instalaciones que habían sido propiedad de Patrimonio y que el Gobierno de Ana Botella estuvo a punto de devolver a sus dueños en 2015 ante la imposibilidad de realizar inversión alguna en él. Ahora Madrid paralizó la reversión del acuerdo y buscó inquilinos para el local.

¿A qué se dedican las asociaciones que gestionan ahora el espacio municipal? Los 19 colectivos que integran esta asociación explican en su web tanto su año de fundación como objetivos. La asociación «Parque sí», nacida en diciembre de 2006 para revertir la construcción de los campos de golf del Canal de Isabel II es de las más antiguas. Dos (la AAVV de Trafalgar y el Café Feminista) nacieron en 2016; Despensa Solidaria lo hizo en 2015; Entornos Saludables y Conscientes, en 2014; Colectivo Ciudadano Urbanismo «Corazón Verde de Chamberí» asegura que cuenta con «tres años de andadura» y el taller de batucada se presenta como un grupo «surgido al calor del 15-M en Chamberí». Los integrantes con más recorrido en el distrito son los miembros del club de ajedrez –que se fundó en 1986 y que procedía de El Organillo– y los scouts.

Rodríguez asegura que el proceso de adjudicación del local estuvo plagado de irregularidades y denuncia que lo primero que haya puesto en marcha Ahora Madrid en el distrito haya sido esta sede vecinal cuando apenas cuentan con equipamientos culturales y deportivos públicos.