Carmena deja en cuarentena las multas de los nuevos radares de la capital

Antes de que acabe 2016, la capital contará con otros nueve semáforos foto-rojo. En total, habrá repartidos por toda la capital 35 de estos sistemas de control, consistentes en la instalación de cámaras con la finalidad de comprobar el cumplimiento de la detención de los vehículos en pasos de peatones con semáforo de la ciudad. Cuando estos semáforos estén activos, aquellos conductores que los sobrepasen en rojo serán sancionados con 200 euros y la pérdida de cuatro puntos en el permiso de conducir. El Gobierno de Manuela Carmena aprobó ayer también la entrada en funcionamiento del primer radar de tramo que se instala dentro de una ciudad en toda España. Las multas en esta caso pueden llegar hasta los 600 euros.

La próxima implantación de estos diez nuevos puntos de control y de sanción lleva aparejada un nuevo protcolo de actuación con el que el consistorio quiere impulsar la prevención. La delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, explicó que la principal novedad consiste en que aquellos conductores «cazados» por los radares y semáforos foto-rojo que estén en fase de prueba recibirán cartas informativas en las que se incluirá el número de matrícula así como la fecha y la hora de la infracción. No serán multas, sino simplemente avisos. El Ayuntamiento remitirá al conductor tantas cartas informativas como «tránsitos detectados que superen los límites de velocidad». Desde Cibeles argumentan que con este nuevo protocolo el conductor podrá ser «consciente de la circunstancia y corregir su conducta antes de la puesta en marcha definitiva» del radar. Sabanés añadió que Ahora Madrid busca que el sistema de multas del Ayuntamiento sea así «más preventivo y con una visión no recaudatorio».

El primer sistema de control que estrenará el protocolo de cartas informativas será precisamente el radar de tramo instalado ya en la avenida de Córdoba. Comprende los 1.031 metros que separan la glorieta de Cádiz y el enlace con la calle Tolosa Latur, en Usera. La principal novedad con respecto a un radar fijo es que no mide la velocidad de paso, sino el tiempo entre los dos puntos de control. Las cámaras situadas a la entrada del tramo toman fotografías de cada vehículo que pasa y la hora exacta. En la salida de este tramo, otra cámara también captura el paso de los coches. Esto permite saber la velocidad media que cada conductor ha mantenido a lo largo de este kilómetro. Si esa velocidad media supera los 50 kilómetros por hora será multado.

Este sábado, este radar de tramo comienza su periodo «de información preventiva». Tras 40 días de prueba, el 1 de junio, las cartas disuasorias se transformarán en multas. De los datos obtenidos por este radar, que ha realizado pruebas desde abril del pasado año, el consistorio tiene constancia de que sólo un 2,83% de los vehículos han superado el límite de velocidad. De ese pequeño porcentaje, casi 8 de cada 10 (el 77,17%) hubieran cometido una infracción leve, lo que supone que no rebasaron los 70 kilómetros por hora. Un total de 18 vehículo se situaron en el otro extremo, al circular por encima de los 100 km/h. De la experiencia de estos meses, se estima que cada día una media de 104 conductores superan la velocidad media de 50 kilómetros por hora.

Según la velocidad, habrá hasta cinco niveles de sanción: 100 euros para los que circulen entre 50 y 70 kilómetros por hora; 300 euros y dos puntos menos en el carnet si su velocidad media se sitúa entre los 70 y los 80 kilómetros por hora; 400 euros y 4 puntos si van entre 80 y 90 km/h; 500 euros y 6 puntos si el radar demuestra que han circulado entre 90 y 100 por hora; y finalmente si el cuentakilómetros rebasa los 100 km/h tendrán que abonar 600 euros y una suspensión de 2 meses en el permiso de circulación.

Desde el Ejecutivo municipal se justifica la necesidad de este radar de tramo busca dar solución a un tramo conflictivo. Desde 2010, se han sucedido en este entorno –de uso residencial y con parques en el entorno, cercano además al Hospital 12 de Octubre– tres atropellos y una colisión entre varios vehículos que tuvo como resultado la muerte de una joven.

35 semáforos con cámara

Antes de que acabe este año, entrarán además en funcionamiento nueve semáforos foto-rojo. Con estas incorporaciones serán 35 los semáforos con cámaras. Su ubicación será ésta: avenida de la Peseta-Barrio Fortuna; plaza Fernández Ladreda; carretera de Carabanchel a Boadilla-Villaviciosa; camino del Barrial; calle Alberto Aguilera-Galileo; calle Velázquez con Joaquín Costa, avenida de América-Cartagena; avenida Monforte de Lemos-Finisterre; y calle Antonio López-plaza de Marqués de Vadillo. Todos estos sistemas de control del tráfico tendrán un periodo de «información preventiva» que incluirá la remisión de cartas a los conductores. Puede, sin embargo, que no sean los únicos. La Dirección General de Gestión y Vigilancia de la Circulación está estudiando si es posible instalar más por razones de seguridad. Según madrid.es/fotorojo estos sistemas «en previsión» están ubicados en la avenida de Andalucía, avenida de la Peseta, Vía Lusitana-Aguacate, avenida de los Poblados-Abrantes y Arroyo Pozuelo.

Un tramo de la M-30 a 70 por hora

El Ayuntamiento reducirá temporalmente el límite de velocidad máxima permitida en la M-30 entre San Pol de Mar y el Puente de los Franceses desde la madrugada del 3 de mayo fijando el tope en los 70km/h. La decisión se toma para medir durante dos semanas el ruido de la zona ya que el objetivo de esta prueba piloto es reducir varios decibelios el impacto sobre las fachadas de las viviendas del entorno del paseo de Marqués de Monistrol. Si se constata la reducción del nivel de ruido el nuevo límite de velocidad en el tramo se aplicará de forma definitiva.