Carmena pone a la Policía a recoger el mobiliario de las terrazas

Riesgos Laborales redacta un informe en el que señala los peligros que asumen los agentes al trasladar el material de forma inadecuada

El Gobierno de Ahora Madrid parece tener la guerra declarada a sus propios policías. Los agentes siempre han percibido una cierta reticencia a destacar su labor, cuando no un indisimulado cuestionamiento del comportamiento de estos funcionarios, poniendo en duda que respeten los derechos humanos y acusándoles de forma velada de represores. Ahora, quienes se sienten ninguneados son los auxiliares de Policía Municipal, a quienes han ordenado labores de retirada del mobiliario de las terrazas que incumplan la ordenanza municipal, bien porque no tengan licencia para instalar un velador, bien porque excedan de los metros autorizados. Desde el Área de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento, dirigido por Javier Barbero, sostienen que sí es su labor, mientras que desde el sindicato policial mayoritario, Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM), aseguran que no lo es y, menos aún, en las condiciones en las que lo hacen, sin los medios adecuados ni personal cualificado. Así se lo hicieron saber al director general de la Policía Municipal, Andrés Serrano, en una misiva enviada por el secretario general del sindicato, Francisco Torres. En la carta, fechada a 28 de marzo –llevan ya siete meses de discusión–, le advierten de que este trabajo «está lejos de ser una función de las específicas de este colectivo, ya que las mismas vienen detalladas en las bases del concurso oposición».

Estas funciones, sostiene CPPM, deben ser las «derivadas de los servicios que prestan los componentes del mencionado Cuerpo policial» como son la colocación y retirada de vallas en vía pública, limpieza de patrullas, traslados de objetos decomisados, limpieza en Escuadrón (caballos) y Unidad Canina...

Una semana después, el director de la Policía contestaba al sindicato que «la vigilancia del cumplimiento de las ordenanzas municipales es una labor encomendada a la Policía Municipal por la Ley Orgánica 2/86, la denuncia y ejecución en su caso, ante la trangresión de dichas ordenanzas por tanto es consecuencia inmediata del cumplimiento del servicio encomendado a la Policía Municipal y a sus componentes». Lejos de entrar en este debate espiral, diez días más tarde, el sindicato se dirigió esta vez al director general de Recursos Humanos del Ayuntamiento, Juan José Benito, para les saque a ambos de dudas.

CPPM le solicita que les informe «si es competencia de los Auxiliares de Policía Municipal retirar el mobiliario urbano perteneciente a comercios privados». De este escrito, sin embargo, el sindicato no recibió contestación alguna. El 18 de abril CPPM vuelve a reiterar al director de la Policía que no vuelva a enviar a los Auxiliares de Policía «a la recogida de enseres privados» y el 4 de mayo Serrano insiste en que «los citados auxiliares, dentro del cumplimiento de las obligaciones que tiene la Policía Municipal con respecto a Ordenanzas o, como en este caso, Decretos de la Autoridad Municipal sobre la retirada de veladores o terrazas que ocupan la vía pública forma parte de las labores encomendadas a estos funcionarios».

El día 12 del mismo mes, Torres contesta lamentando la «ambigüedad» del director sobre si estos auxiliares «deben manipular y retirar enseres privados que, por si lo desconoce, alguno de ellos son de gran peso, como jardineras con tierra y plantas o cristaleras». En esta ocasión, el sindicato le adjunta una serie de fotografías para que Serrano pueda ver en qué condiciones trabajan estos auxiliares. «Le añadimos que el trabajo que realizan así como la forma de transportarlo es, cuanto menos, tercermundista». El traslado de los enseres de las terrazas que incumplen los metros cuadrados autorizados por el consistorio se realiza «en pequeños camiones policiales que para nada están preparados para estos menesteres. ¿Se va a hacer cargo usted de ocurrir un accidente personal?». Una vez vistas las fotos, contesta por última vez a este sindicato el 30 de mayo instándoles a que «si en algún momento o circunstancia estos componentes realizan algún cometido que pudiese poner en peligro su salud o integridad física, le sugiero se dirija al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales». Y eso hicieron en CPPM.

Ocho medidas correctoras

Ahora, los técnicos de Riesgos Laborales, área dependiente de Madrid Salud, han terminado un informe de ocho páginas en el que detallan los peligros y medidas correctoras a aplicar. El documento está firmado a 27 de julio por la subdirectora general de prevención de Riesgos Laborales, Rosa Cuenca, y el técnico encargado de visitar las instalaciones de la Compañía Especial de Tráfico y Señalización el pasado 9 de junio. Se divide en ocho puntos y de cada uno detalla el artículo que se estaría incumpliendo dentro de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales. Respecto a los vehículos, el técnico asegura que se emplean camiones a los que «en ocasiones les faltan las barandillas laterales y, por los movimientos que tienen que realizar, están expuestos a tropiezos con los elementos ya cargados». Como medidas correctoras, este organismo recomienda «utilizar vehículos con todos los medios de contención de carga en perfectas condiciones de manera que no supongan un riesgo de caída». Acerca de los horarios sugieren que las actuaciones se planifiquen dentro del horario laboral establecido y evitar así que estos trabajos se realicen en horas extras. En este sentido, advierten que «se deberá asegurar en el estudio previo de las actuaciones las medidas técnicas (elementos mecánicos) u organizativas (número de trabajadores, formación y captación) necesarias para minimizar los riesgos». También se debería «aplicar el protocolo establecido de manipulación manual de cargas en los reconocimientos de vigilancia de la salud de estos trabajadores».

Acerca del proceso de desmontaje, desde Riesgos Laborales observan que «en ocasiones se les pide que desmonten estructuras de marquesinas y otros elementos más complejos, no disponiendo de los medios ni de formación necesarios para dicha tarea». Por eso insisten en que «esta tarea tendrá que ser desempeñada por trabajadores con formación técnica adecuada y contando con los medios auxiliares adecuados».

Y con respecto a la sujeción de las cargas, el técnico municipal constata que los auxiliares policiales «no disponen de elementos para asegurar la estabilidad de las cargas en el vehículo de transporte».

Es necesario «evitar el deslizamiento, la inclinación, la rodadura, el balanceo, la deformación sustancial y la rotación de todos los elementos de la carga, para lo cual será necesario utilizar métodos como el cierre, el bloqueo, el amarre o una combinación de los mismos». En este sentido destacan los técnicos que «se trata de proteger a las personas que participan en la carga, descarga y conducción de los vehículos, así como a otros usuarios de la carretera, a los peatones, a la propia carga y al vehículo». «La carga debe colocarse en el vehículo de tal forma que no pueda ocasionar daños a las personas ni a la mercancía y no pueda desplazarse ni dentro ni fuera del vehículo». De todos los riesgos detectados por este organismo, tres de ellos fueron catalogados como «importantes» y cinco como «moderados».

Sin formación ni medios apropiados

El técnico municipal de Riesgos Laborales que compartió con estos agentes una jornada de trabajo aseguró en su informe que los auxiliares «realizan los trabajos a mano, ya que no disponen de ayudas mecánicas». Así, señala que deberían utilizar, «por ejemplo plataformas elevadoras en los camiones, grúas pluma o transpallets». Con respecto a la «idoneidad para la realización del trabajo», desde Riesgos Laborales aseguran que «en ocasiones han hecho el trabajo auxiliares de policía con nula o escasa formación en manejo manual de cargas y, en ocasiones, las tareas a realizar, pueden exceder las capacidades físicas de algunos de ellos».