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Casa de Vacas sube el telón

La sala de teatro sólo se utilizaba hasta ahora de forma ocasional en los Veranos de la Villa y el Festival de Otoño
La sala de teatro sólo se utilizaba hasta ahora de forma ocasional en los Veranos de la Villa y el Festival de Otoñolarazon

La Casa de Vacas en el parque del Retiro será a partir de octubre un doble espacio cultural, puesto que a la sala de exposiciones se le sumarán las representaciones de teatro clásico en la sala que se esconde en su interior. El Boletín Oficial del Ayuntamiento de Madrid publicó ayer los pliegos de la licitación del contrato, para que los empresarios teatrales gestionen las 150 butacas con las que cuenta el edificio centenario.

La apertura de la sala, que siempre mantendría la titularidad municipal, se licita por dos años, con un canon de 26.722,56 euros cada año y la posibilidad de prolongar el contrato hasta cinco años. «El objetivo es potenciar la cultura en el distrito y que la oferta sea de calidad y para todos los públicos», explicó la concejala de Retiro, Ana Román, que llevaba más de un año planeando la recuperación de esta sala.

De hecho, para mantener la Casa de Vacas como un espacio accesible para todos los madrileños, en los pliegos de licitación se estipula que el precio de las entradas no puede superar las tarifas de los teatros municipales, con un máximo de 20 euros, IVA incluido. Además, la Junta de Distrito se ha reservado 30 días al año para realizar actividades formativas y educativas, especialmente dirigidas a los jóvenes.

Conferencias y cursos

El resto del año, en concreto 335 días, el teatro podrá estar abierto tanto para representaciones como para ensayos, cursos y conferencias que podrá organizar la empresa concesionaria con un precio máximo de 30 euros por curso, y que serán impartidos por profesionales de reconocido prestigio. En concreto, los pliegos calculan unas 180 representaciones teatrales cada año, más diez días destinados a actividades formativas y otros cuatro para ferias y congresos. La sala tiene 175 metros cuadrados y las 150 localidades se distribuyen entre las 130 butacas y los cinco palcos con capacidad para 20 personas.

«Lo más importante es que los madrileños puedan disfrutar de la cultura a precios razonables y por ello hay que buscar fórmulas para poder abrir todos los espacios con los que contamos», consideró Román, que destacó que los pliegos de condiciones garantizan los principios de eficacia, flexibilidad y agilidad. Un ejemplo de esto es que, en caso de que la empresa concesionaria quiera realizar algún tipo de obra de acondicionamiento en la sala antes de comenzar la temporada de representaciones, ésta debe ser aprobada por la Junta. Este aspecto resulta especialmente llamativo puesto que una de las características de la Casa de Vacas, en su función como sala de exposiciones, es que los expositores tienen libertad para transformar el espacio a su gusto, «como si quieren pintarlo de rosa entero», señala la concejala, siempre y cuando, al finalizar la exposición, entreguen la sala al consistorio tal y como se la encontraron.

De hecho, el teatro guarda algún secreto que la empresa que se haga con su gestión puede explotar en su beneficio. Por ejemplo, cuando se reformó en 1985, se descubrió que el techo de la sala era un lucernario –de cristal para poder ver el cielo desde las butacas–, en el que se instaló un sistema automático de toldos para ocultar la luz cuando hubiese representaciones. Puesto que este sistema todavía funciona, los concesionarios pueden utilizarlo para los espectáculos que planeen. Del mismo modo, la sala cuenta con equipo técnico de luces y sonido, así como con un proyector, por lo que también se pueden realizar representaciones mixtas con imagen de cine.

Tras su publicación ayer en el Boletín Oficial del Ayuntamiento de Madrid, el proceso de licitación del teatro finalizará entre el 4 y el 5 de julio. A lo largo de este mes la Junta de Distrito revisará la documentación aportada por los candidatos para poder adjudicar la concesión a finales de agosto. Así, en torno al 6 de septiembre la empresa adjudicataria podrá comenzar a poner a punto la sala para comenzar las representaciones a principios de otoño, puesto que, aunque el registro de contratos se formaliza dos meses después de la adjudicación, este trámite no impide el inicio de la ejecución del contrato.

Para la adjudicación se tendrán en cuenta tanto los criterios económicos como los de la oferta de programación que presente cada candidato y la publicidad que realice de la sala. Al respecto, la concejal de Retiro señaló que «espero incluir este teatro en la gira del Distrito Artes, que son las compañías de teatro y danza del Ayuntamiento de Madrid que recorren los distintos centros culturales de la ciudad» y que, en los días reservados para la Junta de Distrito, aproveche el espacio para atraer a más espectadores a la sala.

Terraza cultural

Junto con el teatro y la sala de exposiciones, la Junta de Distrito de Retiro quiere dar también uso a la amplia terraza trasera con la que cuenta la Casa de Vacas. «No será una terraza-bar, sino que se podrá utilizar para eventos culturales relacionados con las exposiciones o con el teatro», aclaró la concejala de Retiro. Así, se podrá habilitar para las inauguraciones de las exposiciones o para espectáculos y cursos de formación, tanto como espacio extra como para dar un pequeño refrigerio de descanso, eso sí, sin acondicionamiento específico para ello. Es decir, su uso será complementario a la sala y al teatro, pero no se incluye en los pliegos de concesión de este último sino que será gestionado directamente por la Junta de Distrito.