Tribunales

Caso Jimmy: «Ten cuidado con lo que dices, por tu familia»

La muerte de «Jimmy» acusó aún más el odio entre hichas radicales de extrema derecha e izquierda
La muerte de «Jimmy» acusó aún más el odio entre hichas radicales de extrema derecha e izquierdalarazon

El juez ha decretado el ingreso en prisión provisional de los dos veteranos del Frente Atlético que increparon al testigo protegido que declara mañana en el juicio por la muerte del hincha del Dépor.

El juez ha decretado el ingreso en prisión provisional de los dos detenidos ayer por amenazar y coaccionar al testigo protegido del caso de la muerte del hincha de los Riazor Blues Francisco Javier Romero, más conocido como Jimmy.

Su testimonio es clave –se trata de la principal prueba de cargo– contra Álvaro, alias «Kit Kat», único imputado por el homicidio del hincha del Dépor Francisco Javier Romero Taboada, «Jimmy», el 30 de noviembre de 2014 en Madrid Río, donde los radicales del Frente Atlético le apalearon y aprovecharon para arrojar su cuerpo al Manzanares.

Se trata del testigo protegido G303, quien compareció de forma «voluntaria» ante la Policía el pasado 1 de julio. Desde entonces, los miembros del Frente andan nerviosos por ver qué más cuenta, ya que su testimonio fue el motivo de la detención de «Kit Kat», a la postre único autor «oficial» (de cara a la Justicia, porque la Policía detuvo a cinco más) de la muerte de «Jimmy».

A los neonazis del Atleti no les resultó difícil atar cabos y saber quién era el «traidor» y el pasado viernes, a poco más de 48 horas de que se celebre el juicio de menores, dos de los veteranos del Frente decidieron darle un aviso.

Jesús F., «Búfalo», y Pedro M., «Peter Parker», acudieron al centro comercial donde trabaja G303 a la hora del cierre porque «Búfalo» quería cobrarle una deuda económica. Pero, ya de paso, aprovecharon para advertirle de que se pensara su declaración de hoy. «Ten cuidado con lo que dices, vas a ponerte en peligro a ti y a toda tu familia», le dijeron.

G303 denunció los hechos y los «veteranos» del Frente fueron detenidos ayer por la mañana por un delito de obstrucción a la Justicia. «Búfalo» tiene 50 años y cuenta con numerosos antecedentes por lesiones, daños y desórdenes, entre otros. «Peter Parker», por su parte, sólo le consta un antecedente por riña: fue detenido precisamente en la tercera fase de la «operación Neptuno», abierta tras la muerte del miembro de los «Riazor Blues».

No reconocieron los hechos

Ayer, ante los agentes del Grupo 30 de la Brigada de Información (expertos en radicales de extrema derecha) no reconocieron los hechos, según fuentes policiales. Uno se negó a prestar declaración y el otro dijo que sólo había ido a cobrar una deuda, al parecer de 25 euros. Aunque el testigo se mostró ayer «muy entero», según las mismas fuentes, la Policía temía que se echara para atrás en el juicio que tendrá lugar a las 10:00 horas de mañana en los Juzgados del menor de Hermanos García Noblejas, 36. Lo que salga de este juicio puede ser de gran relevancia para desatascar la instrucción paralela que se está llevando del caso por el titular del Juzgado de Instrucción número 20 de Plaza Castilla, Pedro Marchante, donde la investigación a los imputados adultos ha quedado en punto muerto.

El caso revolucionó el mundo del fútbol, el Dépor fue sancionado y la Comisión Antiviolencia implantó una serie de medidas para controlar la entrada de hinchas radicales en los estadios. En definitiva, volvió a poner sobre la mesa el viejo debate de la presencia de grupos de ideologías ultras en campos de fútbol maquillados de simple rivalidad deportiva. Para esto, un gallego de 43 años tuvo que morir tras ser golpeado mortalmente en el bazo y arrojado a las frías aguas del Manzanares aquella nublada mañana de noviembre de 2014. Fue la peor consecuencia de la multitudinaria reyerta entre los Riazor Blues (ultraizquierda) y el Frente Atlético (ultraderecha) en las horas previas a un Atleti-Dépor en el Calderón. Un encuentro de alto riesgo que no contó con el seguimiento policial proporcional.

101 detenciones

Se practicaron 101 detenciones (en cuatro fases de una operación bautizada como «Neptuno», en alusión a la fuente atlética), de las que 95 fueron por riña tumultuaria, lesiones o posesión de armas, y 6 por homicidio. 15 fueron «Riazor Blues» y 96 del Frente. El caso lo han llevado hasta cuatro jueces de instrucción distintos. De forma paralela hay otra investigación judicial que lleva un juzgado de menores, ya que tres de los detenidos tenían menos de 18 años el día que se produjeron los hechos. No es un tema baladí ya que dos de estos tres menores fueron arrestados por homicidio aunque el Ministerio Público sólo mantuvo una imputación.

Se trata de «Kit Kat» y se enfrenta a ocho años de internamiento en un centro de menores de la Agencia para la Reinserción y Reeducación del Menor Infractor (ARRMI) de la Comunidad de Madrid y tres más de libertad vigilada. A los otros dos sólo les acusa de riña, a uno de ellos, y de riña y tenencia de armas al otro.

En libertad

El testigo G303 se decidió a hablar este verano cuando tuvo conocimiento del excarcelación de los cuatro adultos acusados de homicidio. Y es que el pasado 21 de mayo, estas cuatro personas quedaron en libertad tras considerar el instructor que había sido identificados de forma errónea. Esto ocurrió tras la declaración de un testigo que grabó uno de los pocos vídeos que existen de los hechos (las cámaras de Madrid Río no grabaron aquel día) y que señaló en sede judicial que aquel cuerpo que se veía que arrojaban al Manzanares no era el de «Jimmy» sino de otro de los heridos, que más tarde consiguió salir del río y salvar su vida. La Policía sostiene que es el mismo grupo de personas el que arrojó a los dos hinchas del Dépor, por eso el Grupo 30 de Información sintió una gran frustración al ver cómo los autores materiales quedaban en libertad. Así, a día de hoy, sólo queda «Kit Kat», que será juzgado mañana por un juez de Menores.

Otro de los puntos que hace que este caso sea enrevesado es que el testigo protegido está, a su vez, imputado en la causa de «mayores», la que se instruye en Plaza Castilla. De hecho, ése fue el motivo por el que el juicio de mañana se retrasó, ya que iba a celebrarse el 24 de noviembre. Un recurso de la defensa alegó que un imputado no podía ser declarado testigo protegido porque eso vulneraría la Ley de Protección de Testigos y Peritos en Causas Criminales.