Comunidades Autónomas
Cifuentes se desvincula de la financiación del PP
Asegura que no participó en las campañas e insiste en su «tolerancia 0» con la corrupción
Asegura que no participó en las campañas e insiste en su «tolerancia 0» con la corrupción
Cristina Cifuentes fue ayer el primer cargo público en activo del PP en comparecer ante la comisión de investigación sobre la presunta financiación legal del partido y hubo una frase pronunciada antes de entrar en la sala donde se produjeron los interrogatorios que resumió su actitud a lo largo de la mañana: «No sé que hago aquí». La presidenta de la Comunidad de Madrid negó cualquier responsabilidad en las finanzas del PP antes de que fuera elegida líder del partido en Madrid hace un año y cargó contra las acusaciones «falsarias, miserables y machistas» de Francisco Granados, que han sido en su opinión las que le han llevado a declarar en la comisión. La presidenta madrileña acudió arropada por Rafael Hernando y Fernando Martínez-Maillo.
Como suele ser habitual en este tipo de encontronazos, la oposición intentó sacar todo el provecho posible a la situación de tener a toda una presidenta autonómica a merced de sus preguntas.
El portavoz de grupo socialista, Artemi Rallo, empezó su interrogatorio sacando a colación el «Tamayazo» de 2003 sobre el que realizó alusiones al posible papel de Cifuentes en todo aquel asunto. «A lo mejor como película tiene algo de sentido pero no tiene nada que ver con la realidad. Es pueril», contestó la presidenta de la CAM. Cifuentes acusó a Rallo de llevar a cabo un «relato imaginario» en el que «mezcla fechas» y negó que tuviera algún papel en las cuentas de las campañas electorales del PP a la Comunidad de Madrid en 2003. La presidenta madrileña dejó claro, no obstante, que a partir de 2004 sí tuvo responsabilidades internas en el partido pero sus funciones no incluían aspectos económicos sino tan sólo la movilización territorial de las bases del PP en las autonómicas de 2007 y las generales de 2008.
Otro de los puntos que sacó a colación el socialista Rallo fueron las adjudicaciones realizadas por la Asamblea de Madrid cuando Cifuentes era presidenta de la mesa de contratación. «El 100% de las adjudicaciones se realizaron siempre con unanimidad de todos los grupos políticos y siempre adjudicando la oferta que los técnicos aconsejaban como la mejor», se defendió antes de sentenciar: «Los madrileños saben que tengo tolerancia 0 frente a la corrupción».
El interrogatorio de Íñigo Errejón, portavoz de Unidos Podemos, fue algo más tranquilo, lo que supuso una pequeña decepción para los que esperaban qué deparaba el primer cara a cara entre los que previsiblemente sean los cabezas de cartel de Unidos Podemos y del PP en las autonómicas de 2019. Errejón quiso saber por qué Cifuentes no abrió una investigación cuando se supo que Ignacio González habría podido trasladar bolsas llenas de dinero en Colombia. «González estaba en el ámbito del comité ejecutivo nacional, no el de Madrid, salía de mi ámbito», dijo la presidenta poco antes de asegurar que «fue el Gobierno de Madrid el que puso en conocimiento de la Fiscalía los hechos que están ahora siendo estudiados». «¿No sospechó nada raro?», preguntó Errejón tras recordar que varios compañeros en el comité de campaña de las autonómicas están imputados por la «trama Púnica». Cifuentes repitió que sus responsabilidades eran exclusivamente de movilización territorial en aquel entonces.
El diputado podemita cometió un fallo en la relación de alcaldes del PP imputados y Cristina Cifuentes se aprovechó para rehuir una respuesta directa: «Sea usted un poco riguroso, señoría», le espetó.
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