Comunidad de Madrid
Cifuentes se compromete a dimitir si incumple su programa electoral
La candidata regional presenta un decálogo de «deberes»
Durante esta primera puesta en escena de la precampaña a las elecciones del 24 de mayo, Cristina Cifuentes, candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid, presentó ayer en San Sebastián de los Reyes un decálogo de promesas, sus diez mandamientos particulares, entre los cuáles, por ejemplo, la delegada se comprometió a tomarse su programa electoral como un «contrato de obligado cumplimiento» que no termine traicionando las expectativas e ilusiones de los ciudadanos, y en el caso de que lo haga, Cifuentes se comprometió a asumir las responsabilidades políticas correspondientes.
Además de esto, la candidata también prometió luchar contra lo que calificó como «la auténtica lacra» que existe en nuestra Comunidad, el paro, al que calificó como su «objetivo prioritario», bajar los impuestos a los madrileños ya que «ahora se puede», aludiendo a la mejora de la economía regional, y porque es una medida que, según sus palabras, «está en el ADN del PP» y porque así «avanzaremos en un sistema fiscal justo y progresivo». En este punto se mostró dispuesta a «sentar las bases económicas, fiscales y sociales para generar puestos de trabajo vinculados a las tecnologías de la información y el medio ambiente».
En cuanto a la Sanidad y la Educación, dos de los asuntos que más afectan a los ciudadanos, la delegada del Gobierno se comprometió a «mantener el modelo actual y no habrá privatizaciones ni externalizaciones». Además, la candidata puso sobre la mesa su apuesta por «la libertad de elección entre centros públicos y concertados». En el punto seis del decálogo, Cifuentes puso en negro sobre blanco su compromiso de «poner en marcha medidas específicas de apoyo y protección a la familia, complementando las medidas del Gobierno de España».
En cuanto a la Administración, la delegada aseguró que si gobierna la Comunidad de Madrid pondrá en marcha una «gestión pública eficaz, honesta y transparente, eliminando duplicidades innecesarias».
En su compromiso número ocho hizo referencia a su interés por hacer una «política de puertas abiertas, participativa y siendo receptivos a las propuestas de los ciudadanos». A continuación, en el noveno punto de su lista de compromisos se comprometió a avanzar en el reequilibrio territorial y social de la Comunidad de Madrid, para que todos los madrileños, «independientemente de que vivan en el campo o en la ciudad, puedan disponer de los mismos equipamientos y servicios públicos». En esta línea, aseguró una especial atención «a quienes más dificultades tienen a consecuencia de la crisis, por lo que reforzaré el carácter social del parque de vivienda pública regional».
Por último, el último compromiso fue hacia el resto de agentes sociales: «me comprometo, finalmente, a Gobernar con lealtad institucional, desde el permanente diálogo con el resto de las Administraciones, partidos políticos, agentes sociales, asociaciones representativas, y con los ciudadanos a título individual. Quiero ser una Presidenta cercana, que escuche a todos».
Para rematar su declaración de intenciones, Cifuentes citó el discurso de investidura de John Fitzgerald Kennedy, refiriéndose a los retos que él calificó como «la Nueva Frontera»: «Los problemas no están todos resueltos. Las batallas no están todas ganadas. Tendremos fe en el futuro solo si tenemos fe en nosotros mismos. Prestadme vuestra ayuda, vuestras manos, vuestras voces, vuestros votos».
Asimismo, después de apelar a los militantes, a quienes confesó necesitar, la candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid les aseguró que estará «vigilante» ante la corrupción tanto al elegir los candidatos como en el seguimiento de la gestión. «Ni la corrupción ni los corruptos tienen cabida en el Partido Popular», sentenció.
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