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Desalojan sin incidentes la casa «okupada» por ultraderechistas en Tetuán
La Policía Nacional ha desalojado esta mañana la casa 'okupada' por personas de ideología de extrema derecha en el barrio madrileño de Tetuán, sin que se hayan registrado incidentes. Según han informado a Efe fuentes policiales, el llamado Hogar Social Ramiro Ledesma, ubicado en la calle de Juan de Olías, estaba ocupado a la hora de la intervención, a la ocho de la mañana, únicamente por tres personas, que no han ofrecido resistencia a los agentes de la Unidad de Intervención Policial, que han dado cumplimiento a una orden judicial. Cuando los antidisturbios han llegado al edificio sólo han encontrado a tres hombres de mediana edad a los que han instado a abandonar el inmueble y a recoger sus pertenencias, tras lo que les han conducido al exterior antes de que un cerrajero procediera al cierre de la vivienda, en la que apenas quedaban ya enseres y comida.
Las tres personas que quedaban en la vivienda han sido identificadas por los agentes, que han comprobado que no son integrantes del Movimiento Social Revolucionario (MSR), al que pertenecen los primeros ocupantes del edificio.La Policía ha intervenido al tener constancia de que los ocupantes finalmente habrían desistido de su intención inicial de recurrir la resolución judicial que ordenó el desalojo.
De este modo se cumple con la resolución judicial que emitió el Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid el pasado martes, una semana después de que la Policía presentase un informe sobre la situación que se vive en esta zona del distrito de Tetuán, ya que la presencia de estos okupas ha provocado varios encuentros agresivos con los miembros de la La Enredadera, de extrema izquierda. Sin embargo, a pocas horas de ser desalojados, los okupas del centro Ramiro Ledesma han conseguido un mecenas que les ha ofrecido un edificio donde reubicarse, así como una donación de 400.000 euros para que adquieran alimentos y continúen con sus labores de ayuda a personas españolas necesitadas.
Los miembros del hogar social Ramiro Ledesma tenían hasta el sábado para abandonar el edificio que ocuparon en la calle Juan Olías, de acuerdo con la notificación que la Policía les presentó el miércoles en el edificio. En consecuencia, sus miembros decidieron adelantar un día la habitual entrega de alimentos que desde el pasado mes llevan realizando en el barrio. Bajo la atenta mirada de la Policía que custodiaba la zona y los curiosos vecinos, los okupas abrieron sus puertas para entregar alimentos a todas las personas que iban acercándose hasta allí. Pedro fue uno de los primeros en llegar. Lleva 7 años sin trabajo, por lo que depende de la ayuda de las organizaciones para sobrevivir. «Es la tercera vez que vengo a por comida», explicó el hombre, que es vecino de la zona y español (requisito indispensable para el colectivo). Pedro se enteró de este proyecto porque conoce a varios miembros de la organización y aseguró que a él «no le han pedido ningún tipo de dato para entregarle alimentos».
Alfonso forma parte del proyecto que llevan a cabo los integrantes de esta casa okupa e insistió en que ellos no niegan la entrega de alimentos a nadie, pero «prima la ayuda a los ciudadanos españoles». Esta medida se tomó porque consideran que «hay grandes empresas que solamente ayudan a los extranjeros» y desde su punto de vista, no tiene sentido. «Si tus hijos pasan hambre, no les vas a negar el único trozo de pan que tienes para ellos», sentenció. Respecto a la ideología de los integrantes, Alfonso explicó que «hay miembros de todas las ideologías» , aunque él personalmente se siente «ante todo un patriota», porque cree en la nación. «Yo he ayudado a muchos inmigrantes y no me siento racista, pero en este país se prioriza la ayuda a los extranjeros y nosotros no lo vemos así», expuso este miembro de la organización de ultraderecha.
Pero no todo el mundo piensa lo mismo, ya que minutos después de que comenzara la entrega de alimentos a las personas necesitadas, un grupo de extrema izquierda asedió la calle Juan de Olías para increpar a los miembros de ideología adversa. Al grito de «Madrid será la tumba del fascismo», un grupo de jóvenes de extrema izquierda entraron por la vía, pero la Policía les retuvo justo antes de llegar a las inmediaciones del hogar social Ramiro Ledesma, donde estaba montado el expositor en el que repartían la comida. «Son un grupo de fascistas y quieren tomar la ciudad», voceaba Víctor, de 19 años. «Están engañando a todas las personas que lo están pasando mal en este momento de crisis», añadió. Este joven viene desde Alcobendas para apoyar a sus camaradas ideológicos, que se encuentran en el edificio tomado por el grupo La Enredadera. «Aunque quieran negarlo ahora, son fascistas y han atacado a varios inmigrantes en este mismo barrio», comentó Víctor minutos antes de que la zona se llenase de agentes de la Policía Nacional que les pidieron la documentación.
Ante esta situación, que ha transformado el barrio de Tetuán en un auténtico polvorín, los vecinos de este distrito se han dividido a la hora de apoyar a los dos grupos de okupas. «Yo vivo muy tranquilo en el barrio y de momento no me molesta la presencia de ninguno de los dos», comentaba Francisco, quien, desde su perspectiva consiera incoherente la presencia de un grupo neonazi en un barrio «multicultural como es Tetuán». Por esta razón, Francisco no entiende que miembros del hogar social Ramiro Ledesma den prioridad a la entrega de recursos a los españoles necesitados, cuando «en el barrio hay muchos inmigrantes que lo pasan también mal». Por el contrario, a María, de 77 años, le «parece muy mal que les vayan a desalojar» porque están haciendo una labor social con todos los vecinos. «Son los otros los que deben irse del barrio», añadió la señora refiriéndose a okupas de La Enredadera, que cuentan con el apoyo de los propietarios del edificio asediado para quedarse allí. Como consecuencia, la Policía no podrá presentar el informe en las instancias judiciales para llevar acabo también este desalojo.
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