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El 15-M «pincha» en su II aniversario

Los indignados culminaron su segundo cumpleaños con una concentración en el Kilómetro Cero donde cantaron una versión de «Los cuatro muleros», de Federico García Lorca
Los indignados culminaron su segundo cumpleaños con una concentración en el Kilómetro Cero donde cantaron una versión de «Los cuatro muleros», de Federico García Lorcalarazon

La imagen de la Puerta del Sol abarrotada de gente hace dos años parecía ayer mucho más lejana. Nadie diría que sólo se cumplía el segundo aniversario desde ese San Isidro en el que surgió de forma espontánea un movimiento social que ganó, en muy pocos días decenas de miles de adeptos. Sin embargo, la transformación de ese 15-M sin jerarquías y apolítico en otro concepto de lucha más agresiva y con un marcado acento de izquierdas, ha supuesto la pérdida de muchos «militantes». Ayer celebraron la efeméride con un «San Isidro indignado» en Madrid Río, concretamente en el parque de Arganzuela, por eso la acción de ayer se enmarcaba bajo el lema «Toma el Río 2013!». Se trataba de una de las acciones más importantes del «Mayo Global», un programa lleno de actividades y asambleas durante todo el mes para debatir distintas iniciativas y realizar asambleas temáticas por las plazas de la capital. Desde las once de la mañana, aunque el tiempo no acompañaba demasiado, se realizaron talleres, exposiciones y pasacalles para después hacer una comida popular. Atrás quedaron esas paelladas gratis –cortesía de decenas de restaurantes y bares de la capital– y cientos de donaciones de alimentos no perecederos que mucho cuidadanos anónimos donaron a aquella «causa» hace dos años y que convirtieron la Puerta del Sol en un lugar también frecuentado por personas sin recuersos durante aquellos días. Las comidas populares «indignadas» ahora se llaman «de traje» (yo «traje» esto, él trajo lo otro...) para recalcar que ahora hay que traer los alimentos de casa. El teatro de títeres «Los Ayuntañecos» pusieron el cierre a la jornada en el río para, sobre las siete de la tarde, iniciar la marcha hasta Sol, donde concluyó la «jornada lúdico reivindicativa». Apenas hicieron el recorrido un millar de personas. Allí, los «indignados» se mezclaron con turistas y madrileños que disfrutaban del día festivo dando un paseo por el centro. A pesar de que una encuesta realizada por cuatro jóvenes en internet y recogida por Efe afirma que el 80 por ciento de las personas que participaron en el movimiento hace dos años lo sigue apoyando, el descenso de participación ciudadana en las acciones es indiscutible. El pasado domingo ya se notó la pérdida de apoyo social con la manifestación del 12-M a la que apenas acudieron 5.000 indignados, 25.000 personas menos que para el primer cumpleaños.

«Nos beneficia a todos»

Aún así, el coordinador federal de IU, Cayo Lara, apostó ayer por que el movimiento «va a continuar». También se pronunciaron al respecto políticos como Esteban González Pons, que considera que «se ha perdido el espíritu inicial» del movimiento y que hay que «seguir reflexionando sobre el 15-M inicial porque nos beneficia a todos, a los partidos mayoritarios y a los que hoy representan al "post 15-M"», o el expresidente del Congreso José Bono, que invitó a los «indignados» a formar un partido político –algo que sería «extremadamente positivo»– ya que «el unico camino» para que las «ideas» se transformen en «leyes» es el Congreso.

Una evolución radical

La delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, afirmó ayer que la «evolución» que ha sufrido el 15-M en este tiempo hacia una postura más «radical» ha hecho que haya ido perdiendo «apoyos sociales» que tuvo en su inicio, cuando su principal reclamo fue el rechazo a la clase política, a la gestión de la crisis financiera y económica. «El 15-M ha sido un movimiento muy importante en nuestra vida política y social. Surge como un revulsivo frente a la clase política, como una demanda de muchos ciudadanos que querían que se hicieran las cosas de diferente manera y en ese momento se requería regeneración de la vida política», aseguró Cifuentes a Ep. El papel de la delegada en la vida de los «indignados» ha sido determinante ya que fue Cifuentes no permitió ninguna acampada en Sol el año pasado, en el primer aniversario, cuando el ala radical del movimiento pretendía volver a instalarse por tiempo indefinido en el Kilómetro Cero. El movimiento sigue sin comunicar a la institución dirigida por Cifuentes sus concentraciones.