Arganzuela
El árbol más denunciado
La asociación Nudo Sur de Arganzuela, donde más árboles han caído en los últimos meses, lleva años denunciando el ejemplar del 134 de Paseo de las Delicias, que el Ayuntamiento no poda
No cesan las quejas de los vecinos por el mal estado en el que se encuentran los árboles de Arganzuela. El descontento se debe al descuidado mantenimiento del arbolado que obliga a los ciudadanos de la zona a mantener los ojos bien abiertos durante los días de lluvia y viento, en todo momento, por el peligro de que caiga una rama o se tronche un tronco. Y es que, según denuncia Nita García, presidenta de la asociación Nudo Sur, el 80 por ciento de las calles del distrito cuenta con arbolado en mal estado, lo que supone una amenaza constante para los vecinos. Esta vecina recuerda que hace cinco años, las calles, al igual que el arbolado, se regaban dos veces al día. «Ahora, las únicas gotas de agua que humedecen las ramas de la flora de Arganzuela son gracias a la lluvia», señala, y añade que tampoco se realizan talas para aligerar el peso de las copas y evitar que se caigan las ramas.
Lamentablemente, el entorno del Paseo de las Delicias o la calle Embajadores son testigos de numerosos accidentes producidos por la caída de árboles. Sin ir más lejos, en esta última vía el pasado sábado 17 de octubre tres coches, de los cuales uno de ellos quedó siniestro total, sufrieron las consecuencias del mal estado de uno de los ejemplares, que cayó sobre los vehículos, aplastándolos. Precisamente se trataba de uno de los árboles que los vecinos habían denunciado al consistorio una y otra vez por el riesgo de caída. Afortunadamente no hubo heridos graves. A pesar de ello, una señora que se encontraba en el asiento del copiloto de uno de los coches fue trasladada al hospital 12 de Octubre tras sufrir pequeños cortes.
«No son conscientes de la gravedad del asunto es como si no riegas las plantas de tu casa», considera Nita García, que argumenta que el pilar principal de estos desplomes es el mal estado y el poco cuidado de los ejemplares. El distrito de Arganzuela está poblado de árboles viejos, algunos que rondan los 70-80 años y que son los principales protagonistas de la caída de ramas. «Necesitan cuidados», clama la presidenta de la asociación. Es más, algunos de estos ejemplares han sido denunciados decenas de veces ante la Junta de Distrito por el peligro que atañen.
En concreto, hay dos árboles, uno el número 134 del Paseo de las Delicias y otro en la calle Guillermo de Osma que, por su inclinación, temen se venzan en cualquier momento. Además, ambos ejemplares están ubicados en lugares muy frecuentados como una parada de EMT por la que pasan diez líneas de autobuses en el primer caso o en las inmediaciones de un colegio, en el segundo caso. «Mientras no haya viento fuerte no pasa nada, pero el mal tiempo agrava su inclinación», señala Nita.
Hasta la Junta de Distrito
Las reiteradas protestas en contra de la dejadez del Ayuntamiento de Madrid inquietan al PSOE, el cual asegura que «desde hace años, no se realiza una poda exhaustiva en el distrito». Un problema que, además, se agrava con la plaga de galeruca, un escarabajo que afecta a los olmos. Por ello, la concejala socialista Carlota Merchán, concejala socialista, se ha unido a la protesta vecinal y reclama un plan especial del arbolado de Arganzuela. «Hemos alertado a la Junta del Distrito del estado en el que se encuentra el parque de arbolado en Legazpi –donde cayó el último ejemplar– y en los seis restantes que componen Arganzuela. El Ayuntamiento tiene que intervenir y sería conveniente que lo hiciera en las zonas cuyos árboles estén más dañados», aseguró la edil, que recordó que en los últimos meses se han desplomado una decena de ramas en el distrito.
Afectados por la galeruca
El Scolytus multistriatus, más conocido como escarabajo galeruca, es una especie de insecto coleóptero que se distribuye por la mayor parte de europa. Este perforador se alimenta de olmos, causando importantes daños, además de ser el transmisor de la grafiosis, la enfermedad más grave del olmo. El patrón de alimentación de las larvas deja la superficie superior y las venas de la hoja intacta, pero hace que se marchiten y caigan. Cuando se alimentan, dejan agujeros irregulares. Este escarabajo no sólo afecta a los olmos, numerosos vecinos del barrio de Moratalaz tuvieron que cerrar sus ventanas el pasado verano debido a una gran plaga. Estos diminutos bichos llegan hasta el interior de la vivienda, teniendo predilección por los lugares con más luz. Desde el Ayuntamiento dicen que es complicado terminar con esta plaga. A pesar de su tamaño estos escarabajos son muy molestos.
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