El cambio de calles quiebra el pacto de Ahora Madrid con el PSOE

Lunes 23 de enero de 2017. La fecha quedará marcada en el calendario de Ahora Madrid y del PSOE como el día que se quebró su pacto de gobierno. Tras varias semanas de tiras y aflojas en asuntos de todo tipo, pero sobre todo con la negociación de los presupuestos de la capital, el divorcio de los socialistas con Carmena quedaba plasmado en el pleno de la Junta de Tetuán por un tema que nada tiene que ver con lo económico. Allí, la propuesta de la concejal presidente del distrito, Monserrat Galcerán, que presentó tres decretos para modificar los nombres de las calles General Moscardó, General Varela y Comandante Zorita –afectadas todas ellas por la Ley de Memoria Histórica–, ha provocado que los socialistas le acusen de actuar de forma «torticera». Galcerán ha aprovechado que la ordenanza que regula los cambios de denominación de los espacios públicos está siendo modificada para que la decisión sobre los asuntos de la Memoria la tenga el pleno del Ayuntamiento, y no las juntas de distrito, para «colar» sus propuestas al margen de las denominaciones recomendadas por el comisionado. «Desde el PSOE creemos que es una deslealtad institucional de usted hacia su propio grupo y hacia la alcaldesa», espetaba a la representante de Ahora Madrid en el pleno de Tetuán el portavoz de los socialsitas en dicha sesión, Alberto Mateo, quien añadió que esto sucede «sólo la cerrazón» de Galcerán. «Nosotros presentamos la propuesta para que se cambiaran las calles que nos recordaban a la dictadura y ustedes la aprobaron. Ahora, si siguen por este camino van a conseguir que ninguna calle de este distrito cambie», añadió visiblemente enfadado.

Galcerán –que se encontró no sólo con las críticas del PSOE sino también con las de los portavoces del PP, Manuel Gómez, y de C’s, Antonio Crespo– aseguró que no está realizando «ninguna enmienda al comisionado». Así, excusó la iniciación del procedimiento para cambiar los nombres de tres calles del distrito diciendo que «lo que hacemos es iniciar el expediente, y hacemos una proposición de cambio de un nombre por otro» y añadió que «si entretanto se cambia la ordenanza y esos expedientes son reformulados de otra manera, oye encantadísimos de la vida». «Lo que no tenía sentido es que nosotros paralizaramos esos trámites a la espera de que es lo que va a ocurrir un mes tras otro. No tiene mayor qué, ni falta de lealtad, ni patadas en la espinilla de Carmena ni nada de eso», concluyó.