El «dobla, dobla» pone contra las cuerdas a Sánchez Martos

La polémica «sugerencia» del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez-Martos, de hacer abanicos de papel en los colegios para combatir el insoportable calor fue criticada ayer de forma unánime por los grupos de la oposición

Más allá del debate sobre las medidas para combatir la ola de calor en los colegios e institutos madrileños, la polémica «sugerencia» del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez-Martos, de hacer abanicos de papel en los colegios para combatir el insoportable calor fue criticada ayer de forma unánime por los grupos de la oposición en la Asamblea de Madrid, así como por sindicatos y organizaciones educativas, poniendo contra las cuerdas al consejero más cuestionado del Gobierno de Cristina Cifuentes.

El portavoz socialista, Ángel Gabilondo, consideró que la última «ocurrencia» del consejero podría ser por efecto del calor; su homóloga de Podemos, Lorena Ruiz-Huerta señaló que la respuesta de Sánchez-Martos «es un bochorno», y el portavoz de Ciudadanos, Ignacio Aguado, afirmó que «esa propuesta no parece estar a la altura de un consejero de Sanidad, parece más bien del Gobierno de Carmena».

Pese a que tanto el portavoz del PP, Enrique Ossorio –que hizo incluso una defensa del uso del abanico frente al aire acondicionado–, y la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, defendieron al consejero, lo cierto es que Sánchez-Martos ya camina por la cuerda floja. Su principal problema es que su controvertida gestión ha empezado a pasarle factura a la propia jefa del Ejecutivo regional: «Cambiando el consejero no se resuelve el problema de la Sanidad en Madrid, que es un problema de la política del Gobierno de Cifuentes», le espetó hace sólo unos días Gabilondo a Cifuentes.

Algunos de los sindicatos médicos exigieron el mes pasado su dimisión por «pérdida de confianzaen las negociaciones» con los trabajadores. Le acusan de incumplir acuerdos firmados y de gestionar la Sanidad «como un comunicador y no como un gestor». Sin embargo, como comunicador, Sanchez-Martos ha protagonizado ya más de un capítulo.

Tuvo que disculparse el pasado año por haber ofendido a una mujer que había sufrido maltrato y que dijo haber recibido un trato humillante por su parte. También comparó a los refugiados de los conflictos bélicos con el acogimiento de un amigo que tiene problemas familiares, y ha tenido que rectificar en varias ocasiones declaraciones que han terminado de ponerle en frente de los sindicatos médicos.

Podemos pedirá su reprobación en el próximo Pleno de la Cámara regional; un correctivo que podría tener el apoyo del PSOE –e incluso de Ciudadanos–que ayer subrayó que su grupo ya registró hace más de un año su reprobación, que –hasta ahora– no se ha activado.

La «sugerencia» del consejero de Sanidad de que los escolares madrileños podrían hacer abanicos de papel para aliviar el calor y asegurar además que el «dobla, dobla, dobla» sería una gran terapia ocupacional, terminó de encender ayer el debate sobre la gestión de Sánchez-Martos. Las palabras del consejero inlcuso trascendieron los debates de la Asamblea hasta llegar a las redes sociales. Bajo la etiqueta el #dobladobladobla, varios diputados de la Cámara madrileña aprovecharon las palabras de Sánchez-Martos para denunciar la falta de previsión del Gobierno regional ante la ola de calor e incluso añadieron bromas para escarnio del consejero más mediático a quien su procedencia del mundo de la televisión –ha sido comentarista de temas médicos en varios programas de televisión-, le está haciendo un flaco favor a la hora de explicar las políticas sanitarias del Ejecutivo de Cifuentes.