El entierro de Ahora Madrid

El partido de confluencia salta por los aires. Ganemos, que representa a seis ediles, acusa de «poca valentía» con el caso de los titiriteros a Carmena.

Manuela Carmena asistió ayer a su primer «Entierro de la Sardina» como alcaldesa de la capital para poner fin a un Carnaval que se recordará por el escándalo de los dos titiriteros, que por la tarde quedaron en libertad tras varios días detenidos por apología del terrorismo.

Otra polémica, una más, que no sólo ha vuelto a provocar indignación generalizada entre muchos madrileños, sino que también ha evidenciado pública y descaradamente los enfrentamientos que se suceden en el equipo de Carmena. Con la novedad de que esas críticas internas, cada vez más y más contundentes, ya empiezan a apuntar en una sola dirección: la propia alcaldesa, la misma que hasta hace poco parecía al margen de las discrepancias entre las distintas corrientes y grupos varios que se unieron bajo las siglas de Ahora Madrid y la imagen de Carmena.

Estas críticas y luchas intestinas son cada vez más descaradas y menos disimuladas. Y siempre con un denominador común que se repite en cada una de ellas: ver qué «familia» de las que conviven en este conglomerado aparece antes sus votantes como la más auténtica frente a los escándalos de su propio Gobierno local. Una deriva que puede enterrar más pronto que tarde la débil unidad del equipo de Carmena.

A propósito de esta polémica, una de las corrientes que conviven en el Gobierno de la capital, en concreto la que se identifica como Ganemos Madrid, se despachó ayer a gusto contra su propia alcaldesa. Lo hizo a lo largo y ancho de un extenso comunicado que no desmerece en nada al que podría firmar el peor adversario político de Carmena.

A esta familia pertenecen varios concejales del Gobierno local, como Pablo Carmona, Guillermo Zapata, Monserrat Galcerán, Javier Barbero, Esther Gómez e incluso la propia delegada de Cultura, Celia Mayer, curiosamente, la misma que el sábado compareció en público para informar de que el Ayuntamiento había decidido denunciar a los dos titiriteros y cesar «de forma inmediata, contundente y rápida» a otras dos personas contratas por su propio departamento que incluyeron esta obra en la programación cultural del consistorio. Es más, la propia Mayer descartó su dimisión, como a esa hora ya le pedían toda la oposición y numerosos colectivos, porque ella misma no dudó en descargar en los cesados toda la «responsabilidad política directa».

Pero en este comunicado de Ganemos Madrid no hay ninguna crítica directa a una de sus concejalas más representativas, ya que todos los dardos con nombre y cargo se dirigen a Carmena, sobre todo por la rueda de prensa que ofreció dos días después de que lo hiciera Mayer, durante la que reconoció que el espectáculo había sido «inadmisible y deleznable».

Algo que no le perdonan desde esta corriente, como no le perdonan tampoco la actuación de su Ayuntamiento desde que estalló la polémica. Por eso, al día siguiente de que la alcaldesa se expresara en estos términos, Ganemos Madrid redactó este amplio y contundente comunicado, que desde ayer aparece en su página web, y en el que no deja títere con cabeza. Sobre todo contra Carmena, a la que acusa poco menos que de cobarde por su «escasa valentía» al «plegarse a las demandas de la propaganda mediática». Mientras, la regidora se despacha aún con eso de que no es «oportuno» ni «razonable» hablar de la dimisión de la responsable de Cultura.

Por eso, para Ganemos Madrid «es difícil entender la actuación» del Gobierno municipal y acusa a su alcaldesa y a «una parte» de sus compañeros de «contribuir a la judicialización» de algo que, para este sector, no pasa de un «episodio» con una obra «de mínima incidencia social».

Ganemos Madrid también carga contra Carmena por «culpabilizar a los actores», en alusión a los titiriteros detenidos, y «cesar a cargos de la organización del carnaval», los mismos a los que Mayer señaló como «responsables políticos directos» de este escándalo. Pero lo que más ha molestado a este grupo de todo lo que dijo su propia alcaldesa es que calificara el espectáculo de «inadmisible y deleznable», algo que el comunicado reprocha a Manuela Carmena en varias ocasiones.

Un país de buenos y malos

El comunicado incluso rescata el concepto simple –muy propio del guiñol infantil– de clasificar entre buenos y malos. Para ello, Ganemos Madrid acusa a su propio Ejecutivo local de convertir a los cesados en víctimas de una supuesta ofensiva «de la peor España», mientras recuerda a la alcaldesa que «lo mejor de la sociedad» apoya a Ahora Madrid, por lo que sus votantes se encuentran «azorados» ante esta reacción de Carmena, a la que achaca una «tibieza» que puede terminar en «complicidad» con esa España de malos en la que Ganemos Madrid mete al Partido Popular y a la mayoría de los medios de comunicación.

Ésta no es la primera ocasión en que varios concejales de Ahora Madrid se ponen en contra de su alcaldesa y de su propio Gobierno local. De hecho, la mitad de los ediles de Carmena (10 de 20) ya lo han hecho más veces en los pocos meses que llevan gobernando. A los seis anteriores se suman otros cuatro, Rommy Arce, Carlos Sánchez Mato, Mauricio Valiente y Yolanda Rodríguez, que junto a algunos de Ganemos Madrid, como Galcerán y Carmona, no siguieron la opción de voto de su concejal de área en asuntos como la modificación urbanística para que en los terrenos de los Talleres de Artillería de la calle Raimundo Fernández Villaverde se puedan construir viviendas en régimen de cooperativa.

Valiente y Rodríguez también se negaron a apoyar –como sí hizo el resto de Ahora Madrid– una moción del PP por los derechos humanos y la libertad de los presos políticos en Venezuela. Incluso, varios de estos críticos con Carmena también firmaron otro manifiesto ya el pasado domingo apoyando a los titiriteros y al margen de la postura oficial del Ayuntamiento. La de ayer es otra vuelta de tuerca –una más– de sus concejales contra Carmena, que no ha conseguido calmar a varios de ellos ni concediendo a ETA el título de «movimiento político».