El fallecido en el Retiro al caerle una rama de árbol era un militar de Fuensalida

Participó en las misiones de Kosovo y Líbano y fue condecorado por su trayectoria. El impacto de una rama de El Retiro acabó con su vida

Carlos Álvarez era un buen soldado. Había estado en varias misiones de paz en el extranjero y había sido condecorado por ello, además de por su intachable expediente militar. Con 38 años y habiendo ascendido desde abajo hasta el grado de sargento, el pasado sábado encontró a la muerte de forma trágica y accidental. Estaba jugando con sus hijos pequeños bajo un árbol en El Retiro, mientras su mujer visitaba a un familiar que estaba ingresado en el Hospital Gregorio Marañón cuando se escuchó un tremendo chasquido y, segundos después, una enorme rama se desplomó sobre él, provocándole graves heridas que acabaron con su vida.

Sus vecinos de Fuensalida, localidad toledana de la que procedía el sargento Álvarez, ayer no daban crédito a lo sucedido. Después de viajar a Kosovo y al Líbano bajo el mando de la ONU, el lugar más inesperado fue el peor en el que podía estar. Según explicó a EP el alcalde de Fuensalida, Mariano Alonso, el municipio se encuentra consternado por las circunstancias de la muerte de su vecino, por lo querido que era y teniendo en cuenta que se trataba de un militar que había participado en diversas misiones. Alonso explicó que el cuerpo de Carlos Álvarez todavía no había sido trasladado a Fuensalida desde el Instituto Anatómico Forense, que se hizo cargo del cadáver para hacerle la autopsia. Lo que sí confirmó es que el militar será enterrado en la localidad, aunque aún no se ha determinado la fecha.

Carlos Álvarez vivía con su familia en la localidad, aunque estaba destinado en el cuartel madrileño de El Goloso. La fortuna, dentro de la tragedia, quiso que ninguno de los dos hijos –ni el niño de cuatro años ni la pequeña de uno, que se encontraban en el parque junto a su padre– recibiera el impacto del tronco. De hecho, las propias ramas hicieron un puente sobre el cochecito de forma que la menor fue rescatada ilesa. Su esposa tuvo que ser atendida por el Samur Social debido a una crisis de ansiedad tras conocer la noticia.

Currículum intachable

El sargento Álvarez pertenecía a la sección de Transmisiones del Estado Mayor de la brigada Guadarrama XII en El Goloso. Procedente de tropa –entró en el Ejército como soldado raso– era uno de esos militares de carrera que se habían ganado a pulso el ascenso hasta sargento, algo que, según explicaron fuentes militares, requiere mucho esfuerzo. Estuvo destinado como tropa en la Guardia Real, en la Legión y en la Fuerza de Acción Rápida (FAR). Formaba parte de la 29 promoción y había llegado a sargento en el año 2004. En 2005 participó en la misión de la ONU en Kosovo,; y en 2009 y 2013 también estuvo con los cascos azules en Líbano, recibiendo sus correspondientes medallas por su labor en sendas misiones de paz.

Además, Carlos Álvarez tenía por méritos propios dos cruces blancas al Mérito Militar, concedidas por su permanencia y buen comportamiento. Estas condecoraciones sólo se entregan a los militares que destacan por tener una hoja de servicios intachable, con ninguno o muy pocos arrestos y, por ser un ejemplo para las Fuerzas Armadas.