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Madrid Arena
El Madrid Arena redujo vigilantes de seguridad para ahorrar costes
El coordinador de Seguriber admite que aquella noche el dispositivo pasó de 46 a 38 efectivos

El ánimo de lucro desmedido vuelve a estar detrás de la tragedia del Madrid Arena. Según avanza la instrucción, que realiza el juez Eduardo López-Palop en el Juzgado número 51, cada vez queda más claro cuáles fueron las circunstancias que provocaron la muerte de las cinco jóvenes: El sobreaforo, la apertura de la puerta de emergencia directa a la pista y el cierre de la mayor parte de salidas de evacuación. La declaración ayer del que fue coordinador de Seguriber la noche de Halloween en el recinto, Juan José París, ha revelado que también se escatimó en medios de seguridad para ahorrar unos euros.
Según explicaron los abogados de las familias de las víctimas, en su declaración, París señaló que el dispositivo de vigilancia por parte de Seguriber se redujo de 46 a 38 personas en el Thriller Music Park «para abaratar costes», lo que supone que, en lugar de dos vigilantes en cada puerta de emergencia, aquella noche sólo había uno. Frente a otras fiestas similares, en las que hubo un número mayor de efectivos, la noche de la tragedia el despliegue fue «insuficiente para la magnitud del evento», aseguró París. La responsabilidad de Seguriber abarcaba las puertas de emergencias interiores y las del recinto ferial de la Casa de Campo, donde debían ocuparse del control de requisa.
Al respecto, el coordinador cargó contra la Policía Municipal y aseguró que «no había ningún agente en los puntos habituales en los que solía haber en otros eventos similares, como en la Puerta del Ángel o en el acceso principal». En concreto, París precisó que la puerta F-4 de Lago, por la que entraron miles de personas al recinto, estaba abierta y allí no había ni Policía Municipal, ni personal de seguridad. Además, señaló que en otras ocasiones la Policía Municipal había colaborado con Seguriber en la requisa previa, especialmente de botellas, e incluso llegaron a entrar en el recinto.
Precisamente la falta de efectivos policiales ha sido otro de los puntos más polémicos puesto que en los alrededores del Madrid Arena se produjo un macrobotellón que no fue disuelto por los agentes y que, según el organizador de la fiesta y principal implicado, Miguel Ángel Flores, fue el origen de un «asalto» al recinto cuando iba a actuar el Dj estrella Steve Aoki y que provocó la avalancha mortal. Al respecto, el juez López-Palop ha solicitado a la Policía Municipal que remita la orden por escrito en la que consta que la fiesta de Halloween en el Arena se calificó de alto riesgo.
Alto riesgo
El Thriller Music Park fue considerado en primer lugar por la Policía Municipal como de riesgo medio, lo que supondría un dispositivo formado por una veintena de agentes. Esta previsión se realizó por el aforo que había comunicado la empresa de Flores, Diviertt, que días antes sumaba 7.000 personas. Posteriormente, el jefe de Inspección Territorial cambió el nivel de riesgo a alto mediante una llamada telefónica, contraviniendo la ordenanza municipal que obliga a hacerlo por escrito. De hecho, la acusación popular representada por Manos Limpias solicitó hace semanas la imputación del jefe de la Policía Municipal, Emilio Monteagudo, por falsesdad en el documento que acreditaría el cambio de nivel de riesgo. Monteagudo fue imputado a primeros de enero por López-Palop.
Por otro lado, el coordinador de Seguriber lanzó también acusaciones contra la Delegación del Gobierno y los responsables de Madrid, Espacios y Congresos (Madridec), la empresa municipal responsable del alquiler del recinto. Según París, la Policía Nacional no realizó una inspección del Arena antes de que comenzase la fiesta sino que se limitó a recoger la documentación pertinente sin examinar las barras de la pista o si las puertas de emergencia estában cerradas. Igualmente, París confesó que no conocía el plan de seguridad y vigilancia del evento y que sólo cumplia órdenes del coordinador de Operaciones y Proyectos de Madridec, Francisco del Amo. La descarga de responsabilidad ha sido una constante en las declaraciones que, hasta ahora, han hecho los imputados. De hecho, el propio Del Amo responsabilizó a Seguriber, en tanto en cuanto se ocupaban de la vigilancia exterior, y a Kontrol 34, que llevaban la seguridad en el interior.
Las consecuencias
EL VOMITORIO QUE PUDO SALVAR A BELÉN
Belén Langdom, una de las cinco chicas fallecidas en el Madrid Arena, fue obligada por dos vigilantes de seguridad a volver al túnel de la muerte aquella noche. Había ido con otra amiga a buscar agua para otra chica que se encontraba mareada, pero al llegar al túnel de acceso a la pista principal, comprobaron que se encontraban atrapadas. Sin embargo, a través de una puerta que se encontraba abierta en el propio túnel, consiguieron acceder a una sala vacía que suele usarse para controles antidopaje. Aquel refugio podría haber salvado la vida de Belén, pero dos agentes de seguridad obligaron a las chicas a volver al «túnel de la muerte».
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