El raptor de Álvaro huyó con matrículas robadas a casa de un familiar

El primer punto que tocó el Grupo VI de Homicidios fue el que dio los frutos. En cuanto los agentes se pusieron con el caso a primera hora de la tarde del sábado y tuvieron en sus manos la identidad del hombre que acababa de descerrajar cinco tiros a su ex pareja para huir con el hijo de ambos después, fijaron un posible destino del fugitivo.

El primer punto que tocó el Grupo VI de Homicidios fue el que dio los frutos. En cuanto los agentes se pusieron con el caso a primera hora de la tarde del sábado y tuvieron en sus manos la identidad del hombre que acababa de descerrajar cinco tiros a su ex pareja para huir con el hijo de ambos después, fijaron un posible destino del fugitivo. En la localidad malagueña de Benalmádena, José Luis Cabello, un electricista en paro de 38 años con una orden de alejamiento de su ex pareja por malos tratos, tenía un familiar y había frecuentado bastante esa zona costera, por lo que era muy probable que, en las circunstancias en las que se encontraba, acudiera allí en busca de un lugar «seguro» para esconderse unos días. Por eso, los agentes de la Brigada de la Policía Judicial advirtieron a sus homólogos de Torremolinos de la situación y les proporcionaron la dirección del familiar de José Luis, para que se estableciera allí un discreto dispositivo de vigilancia que no hiciera saltar las alarmas y no se diera al traste con al operación. No se equivocaron y, efectivamente, el agresor y secuestrador de su propio hijo eligió esta «guarida».

Hay algunos detalles del comportamiento del fugitivo que han llamado la atención de los investigadores, entre ellos, su frialdad. Durante el viaje hacia Málaga acompañado del pequeño Álvaro de seis años, a quien recogió de casa de su madre para llevárselo minutos después de dispararla hasta cinco veces por la espalda, José Luis se paró a robar las matrículas de un vehículo estacionado para implantarlas en su Citroen Berlingo blanca, la furgoneta que utilizaba para trabajar y que se convirtió en su medio de transporte para escapar del escenario. El propietario del vehículo al que le robó las matrículas denunció los hechos el domingo. Ya avanzada la noche, el presunto homicida llegó a la localidad de la Costa del Sol y se refugió en casa de este familiar, que le esperaba. Allí pasaron todo el domingo y el lunes, hasta que decidieron salir a cenar fuera, según fuentes cercanas al caso. El dispositivo establecido por los agentes del Grupo I de la Udev de la comisaría de Torremolinos-Benalmádena se puso en alerta máxima. Observaron en un coche a un hombre que respondía a las características físicas descritas, tapado con una gorra a pesar de ser noche cerrada, y en actitud nerviosa. Además, iba con el pequeño Álvaro, según fuentes policiales. En ese momento, los agentes, vestidos de paisano, se acercaron a él. No opuso resistencia en su detención, confirmaron las mismas fuentes. El pequeño Álvaro quien, al parecer, no se enteraba muy bien de lo que ocurría y, por tanto, no se mostró asustado, fue trasladado a un centro de menores de la Junta de Andalucía, a la espera de que su familia materna acudiese en su búsqueda. Pocos minutos después del feliz desenlace, sonaba el teléfono en un primer piso de la calle Santillana del Mar, donde Mayte y Nadia (abuela y tía de Álvaro) recibieron la buena noticia entre lágrimas. Unos familiares directos de Mayte acudieron esa misma noche a la localidad malagueña para recoger al niño.

Ante el juez

La Berlingo blanca se encontraba aparcada ayer en la comisaría de Benalmádena, donde aún permanecía el detenido a última hora de la tarde. Y es que, según confirmó una portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, está previsto que, transcurridas las 72 horas de margen que tienen los agentes, José Luis Cabello pase a disposición judicial en el municipio andaluz. De hecho, gran parte de los agentes del Grupo VI de Homicidios se ha trasladado allí. El delincuente está acusado de varios delitos. El más grave, de momento, el homicidio en grado de tentativa en el caso de que Noal consiga salir del hospital, pero también está acusado de quebrantamiento de condena al infringir la orden de alejamiento de su ex pareja, falsedad documental, tenencia ilícita de armas (el arma homicida, encontrada por la Policía en una papelera cercana al lugar de los hechos, había sido adquirida en el mercado negro) y, también, de secuestro parental, según un portavoz de la Jefatura de Madrid. El familiar de José Luis, que le dio cobertura durante los casi dos días que permanecieron en la Costa del Sol, también fue detenido por los agentes y acusado de un delito de encubrimiento.