El sindicato de manteros reprocha a Carmena que todavía no se haya reunido con ellos

La crisis en el gobierno de Manuela Carmena que desató la muerte del mantero Mame Mbaye el pasado 15 de marzo en Lavapiés parece que se retroalimenta a cada nuevo paso que deciden dar desde Cibeles. Si los agentes de la Policía Municipal siguen indignados con el trato recibido por parte de sus jefes políticos (se puso en duda su actuación el día de la muerte del mantero, continúan recibiendo insultos, sufriendo agresiones y Carmena sigue sin reunirse con ellos), ahora es el sindicato de Manteros y Lateros –al que pertenecía el fallecido Mbaye– y la Asociación Sin Papeles de Madrid quienes han reprochado al Gobierno Municipal que la alcaldesa decidiera reunirse el lunes con representantes de asociaciones de senegaleses. Carmena invitó al Ayuntamiento al cónsul de Senegal, Mouctar Belal BA, y un grupo de representantes de las asociaciones de inmigrantes senegaleses en Madrid. Durante el encuentro, la primera edil transmitió su deseo de que todos los senegaleses que residen en Madrid «tengan trabajo y derechos». «Nos vamos a implicar muchísimo con las asociaciones para que así sea», les dijo. Ayer, estos colectivos le reprocharon su actitud por dejarles de lado. «Como bien sabes, pues te has reunido con nosotros varias veces, Mame Baye era un miembro activo de nuestra asociación (...) Nos ha sorprendido que hables de que te vas a implicar muchísimo con las asociaciones, cuando ni nos has invitado a esa reunión ni has contactado con nosotros».

En la misiva, recuerdan a la alcaldesa que cuando falleció su «compañero», estuvieron desde las cinco de la tarde en la calle del Oso «esperando que nos diesen noticias». «El cónsul de Senegal, con el que te has reunido el lunes, no llegó hasta las 14:00 horas de la tarde del día siguiente (...) No nos sorprende su falta de interés, es lo que ha demostrado durante años». Los manteros y lateros de Madrid, así como la asociación de «sin papeles» le piden a Carmena «un hueco» en su «ajetreada agenda» para escucharles pero, no obstante, le avanzan algunas reivindicaciones como «el fin de las persecuciones de la venta ambulante», «reformular la ordenanza municipal que pone multas de 200 a 300 euros a personas que sólo intentan sobrevivir vendiendo en al manta». Los manteros aseguran que esas multas sólo «condenan a la clandestinidad». También reclaman el «fin del racismo institucional en el Ayuntamiento», el «acceso pleno a todos los derechos a todas las personas que viven en el Estado Español» y «protocolos claros para la Policía que eviten las agresiones».