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El último kilómetro para llegar a la oficina se recorre en patinete

El uso de estos dispositivos eléctricos se ha disparado: llegan allí donde las nuevas normativas ponen coto al coche. El 80% de sus usuarios son conductores

Cada día son más los madrileños que optan por el patinete eléctrico para llegar a sus puestos de trabajo
Cada día son más los madrileños que optan por el patinete eléctrico para llegar a sus puestos de trabajolarazon

El uso de estos dispositivos eléctricos se ha disparado: llegan allí donde las nuevas normativas ponen coto al coche. El 80% de sus usuarios son conductores.

8:45 am. Martes. Calle José Abascal, una de las vías más atascadas de la capital. Suena el claxon de un conductor impaciente, los motores de las motos que zigzaguean en busca de ese hueco que les permita avanzar medio metro más que el coche.

Mientras, en la acera, los peatones caminan a paso maratoniano, presionados por el reloj, no pueden llegar tarde al trabajo. A su lado, más veloces, les adelanta uno, dos... y hasta tres patinetes eléctricos. Los viandantes ya no saben a dónde mirar. «¿Por dónde vienen?», pregunta una mujer mayor desconcertada. Uno de ellos es de alquiler y se nota que su usuario es un neófito. Se detiene en uno de los portales que hay casi llegando a la calle Miguel Ángel. Va en traje y les cuenta a sus compañeros que es la primera vez que lo usa. «Repetiré», les comenta con seguridad.

El alquiler de Lime-S cuesta un euro su desbloqueo y 0,15 el minuto. Seguro que alguno de ustedes los han visto aparcados en alguna de las aceras madrileñas. Este servicio ha llegado en un momento clave, en el que cada vez son más los ciudadanos que optan por el patinete eléctrico como medio de transporte. «No es una moda, ni una forma de pasarlo bien, es un vehículo personal más que ha venido para quedarse, sobre todo para recorrer esos últimos dos o tres kilómetros que te separan de la oficina», afirma Iván Sixto, fundador y vocal de la junta directiva de la Asociación de Usuarios de Vehículos de Movilidad Personal (Auvmp), una entidad que en apenas cuatro meses desde su nacimiento consiguió reunir el pasado 13 de septiembre a más de 300 personas en la primera manifestación que se ha realizado en Madrid a favor de esta nueva forma de moverse. «En pocos meses su uso ha eclosionado en la capital», subraya.

Iván es ingeniero informático y, el pasado mes de febrero, decidió probar el vehículo del que tanto hablan. «Los que empezamos a utilizarlo somos personas interesadas por la tecnología y concienciadas con el medio ambiente», comenta. Y el ahorro de un depósito mensual de su coche es el que le ha convencido para que el patinete eléctrico se haya convertido en su principal medio de transporte. De media, «recorro algo menos de diez kilómetros con él cada día». Unos tres los hace por la mañana, para trasladarse desde el barrio de Chamberí, donde reside, al de Salamanca, donde trabaja. «A mediodía recorro otros tres o cuatro para ir al gimnasio».

Su caso es similar al de muchos madrileños que han hecho de un aparato que antes se percibía como mero «juguete» en su principal medio de locomoción. «Hemos hecho una encuesta entre los usuarios y ocho de cada diez antes se movía en coche principalmente». Y es que, como insiste Iván, «he hecho el mismo recorrido en automóvil y en patinete y llego mucho antes en el último. Con la situación que existe actualmente en Madrid, con el colapso de coches que hay y lo que se tarda en conseguir aparcarlo, estos vehículos de dos ruedas son la forma más rápida».

Y lo va a ser más aún a partir del 23 de noviembre, cuando entre en vigor Madrid Central, el plan de movilidad aprobado por el Ayuntamiento que restringirá a prácticamente todos los vehículos contaminantes su paso por las principales arterias centrales. «Sabemos que nuestro vehículo va a ser el medio perfecto para las personas que vivan a las afueras y trabajen en el centro. Tendrán que dejar el coche en las calles fronterizas y acceder a la zona restringida con otro medio de transporte, como el patinete», dice el portavoz. «Es el complemento perfecto para circular por unas calles que estarán despejadas de coches».

Sin embargo, el impulso que se le está dando al uso de estos vehículos no va acorde con los planes del Ayuntamiento que pretende expulsarlos de la ciudad, según la nueva ordenanza de movilidad. «Como por el momento estamos en un limbo normativo, circulamos por las aceras que es lo que nos permite la ley vigente, pero la ordenanza que plantea el Consistorio sólo nos permitiría circular por carriles bicis protegidos y en la capital sólo existe uno: el de Santa Engracia», dice Iván con indignación. Además de estos pocos kilómetros, la otra ruta que podrían realizar es el anillo verde ciclista que recorre el casco urbano –fuera de la M-30– y, por lo tanto, «no concuerda con el uso real de este vehículo que, insistimos, no es lúdico, sino una forma más de circular por la capital y que, además, tampoco contamina por lo que va en consonancia con las ideas de Ahora Madrid».

Así, los usuarios de estos aparatos han trasladado en varias ocasiones sus propuestas al Ejecutivo de Carmena. Sin éxito. «La mayoría de nuestras reivindicaciones no se han tenido en cuenta porque creemos que nuestra opción de movilidad no entraba dentro de sus planes». Los que sí les han escuchado son el resto de partidos que, el pasado jueves, paralizaron la tramitación de la ordenanza. Tanto PP como Ciudadanos han pedido más tiempo para poder leerse todas las enmiendas transaccionales que han introducido tanto Ahora Madrid como el PSOE, su socio de gobierno. «Aún tenemos esperanzas de que no salga adelante la norma como está redactada actualmente.

A la espera de lo que pueda ocurrir el próximo jueves cuando se debería aprobar en la Comisión de Medio Ambiente y Movilidad, hay empresas que ya trabajan en el escenario del ciudadano que puede llevar su vehículo hasta un punto y recorrer el último kilómetro en patinete. Es el caso de Peugeot. «Tenemos dos vehículos en los que se ha diseñado un espacio exclusivo para llevar patinete o bici eléctrica y usarlo cuando el paso del coche esté restringido», explica Eduardo García Nieto, director de Comunicación de la compañía.