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Hallan un nicho con las iniciales M.C. en la iglesia en que se busca a Cervantes

Restos del féretro encontrado con las iniciales M.C.
Restos del féretro encontrado con las iniciales M.C.larazon

El equipo que busca a Miguel de Cervantes en la iglesia de las Trinitarias de Madrid ha encontrado en un nicho un féretro con las iniciales M.C.

El equipo que busca a Miguel de Cervantes en la iglesia de las Trinitarias de Madrid, donde se cree que fue enterrado, ha encontrado en uno de los nichos un féretro en mal estado y con las iniciales M.C, y ahora se analizará si los restos de su interior se corresponden con los escritor.

Los restos han sido hallados en el nicho número 1 de los 36 en que se estaba llevando a cabo la búsqueda. Se trata de un féretro en mal estado con las iniciales M.C. remachadas en hierro, que coinciden con las del escritor. En su interior se han encontrado unos restos de madera y unos huesos que se van a analizar.

Los expertos quieren ser cautos ante el descubrimiento pero, sin duda, ha levantado expectativas.

El hallazgo tiene lugar después de que estos días, a siete metros de profundidad, 37 expertos (la mayoría de la sociedad de ciencias Aranzadi) lleven habitando una cripta de no más de diez metros de longitud por seis de ancho. Hablamos del interior de la iglesia de Las Trinitarias Descalzas que, tras nueve meses de permisos y trabajos para identificar las localizaciones donde se podría empezar a buscar, ha sumado a sus habituales residentes –13 monjas de clausura– a un equipo de investigadores que ya han comenzado a extraer restos óseos de las sepulturas y nichos de este habitáculo con una misión muy concreta: encontrar a Miguel de Cervantes.

Coincidiendo con el cuarto aniversario de la publicación de la obra cumbre de la literatura española, historiadores, arqueólogos, antropólogos, genealogistas, expertos en ADN, forenses, y también una conservadora del Museo del Traje, cumplieron ayer su sueño de comenzar a obtener material para determinar la ubicación exacta del cuerpo del genial escritor, algo que podría haber ocurrido ya tras el hallazgo de hoy.

Un trabajo que ha convertido la cripta del templo madrileño en un laboratorio propio de la serie CSI. Y es que no sólo buscan huesos, restos de tierra, cabellos o tejidos, también pueden ofrecer pistas sobre la localización exacta del «tesoro» Cervantes.

Las religiosas, expectantes

Durante los próximos diez días las jornadas seguirán el mismo «ritual» que ayer pudieron presenciar los periodistas ante la atenta mirada de dos de las religiosas que residen en el convento de Las Trinitarias: los técnicos primero introducen una cámara microscópica en cada uno de los 36 nichos localizados en la cripta, después, gracias a las imágenes de gran nitidez que ofrece esta tecnología, extraen los materiales que puedan acercarles a alguna pista del autor y lo analizan en las mesas dispuestas en la cripta y por las que ayer ya comenzaron a pasar los primeros huesos. Comprobar y datar cada una de las piezas que consiguen sacar del subsuelo es esencial para descartar o confirmar la posible proximidad de los restos del autor nacido en Alcalá de Henares.

Francisco Etxeberría, uno de los responsables de este proyecto, insistió ayer en lo «apasionante» de este trabajo y que en ningún caso el cuerpo de Cervantes saldrá del templo donde supuestamente fue enterrado en 1616. «Si tuviésemos una hipótesis de identificación tendríamos que entrar en la tercera fase de la investigación», la que analizaría los restos obtenidos en el laboratorio de campaña creado para la ocasión y sin necesidad de mover los restos para nada, aseguró. Además, durante las labores de limpieza de la cripta el equipo de investigadores ha realizado un hallazgo que les podría acercar aún más al padre de «El Quijote». En el suelo del particular mausoleo, bajo la sacristía de la iglesia, se han descubierto varias sepulturas que podrían corresponderse con el lugar original de enterramiento de Cervantes, la iglesia original que fue remodelada a finales del siglo XVII, informa Efe. «Pensamos que el suelo de la cripta puede ser coetáneo, y tenemos que pensar que a Cervantes lo enterraron en ese suelo y que, si se hicieron remociones –posteriormente–, lo que pudo pasar, si acaso, es que se le trasladó a algún nicho», explicó Etxeberría, que espera obtener algún resultado antes de que entremos en febrero.

Aunque son optimistas, el equipo de «buscadores de Cervantes» no tiene pensado tirar la toalla así como así. Si entre los esqueletos que puedan encontrar en las sepulturas que están analizando no encuentran ninguno que cumpla con el perfil del escritor (varón de unos 60 años, seis dientes, prominente y curva nariz, con la mano izquierda atrofiada, lesiones de su esternón provocadas por el impacto de varias pelotas de arcabuz en la batalla de Lepanto y que descanse junto al cuerpo de una mujer –precisamente el de su esposa, Catalina Salazar–), prevén solicitar nuevos permisos para buscar, en la misma iglesia, bajo los pies de la imagen de la Inmaculada. Una burocracia que podría volver a retrasar durante meses sus trabajos al tratarse de un convento catalogado como Bien de Interés Cultural.

Mientras la vida sigue en la superficie, 22 escalones (los que dan acceso a la cripta desde la sacristía) se han convertido ya en un pasadizo directo a la historia de España.