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Intimidad vs seguridad

La Razón
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Me atrevería a calificar que la eterna discusión entre el valor del derecho a la intimidad de las personas, reconocido en nuestra constitución como un derecho fundamental, frente a la colocación de cámaras de videovigilancia en las calles y lugares públicos, es una discusión hipócrita. Y me manifiesto en este sentido porque son numerosísimas las veces que reclamamos al Estado que nos proteja de los actos delictivos pero para ello no estamos dispuestos a renunciar a ninguna parcela de nuestros derechos.

Desde mi experiencia profesional he podido comprobar como los que abogan por la pureza del respeto al derecho a la intimidad sin reconocer como legítima ningún tipo de intromisión a la misma, sin embargo cuando han sido víctimas de hechos delictivos, ya sea en lo personal como en lo patrimonial, lo primero que reclaman para averiguar y perseguir los hechos sufridos son las posibles cámaras que pudieran haber recogido lo acontecido. Asimismo, la videovigilancia es un valor que sufragamos con agrado en las urbanizaciones, donde existen zonas comunes para los distintos vecinos y no por ello lo entendemos como una intromisión en nuestras vidas sino todo lo contrario, es un elemento que lo consideramos necesarios para nuestra seguridad, y ¿por qué no entonces en las calles?

*Abogado y profesora titular de Derecho Penal de la URJC