Madrid

La capital tendrá el único teatro de autómatas activo del mundo

Tras estar abandonada en los almacenes del Price desde 2014, Patrimonio restaurará la maquinaria y los títeres de la barraca más antigua que se conserva en España. Formará parte de la programación cultural municipal desde enero

La última vez que el «Teatro de Autómatas» de Gonzalo Cañas estuvo en funcionamiento fue en la Navidad de 2011, dentro de la programación del Conde Duque
La última vez que el «Teatro de Autómatas» de Gonzalo Cañas estuvo en funcionamiento fue en la Navidad de 2011, dentro de la programación del Conde Duquelarazon

Tras estar abandonada en los almacenes del Price desde 2014, Patrimonio restaurará la maquinaria y los títeres de la barraca más antigua que se conserva en España. Formará parte de la programación cultural municipal desde enero

La Dirección General de programas y actividades culturales del Ayuntamiento de la capital ha retomado ahora este proyecto después de que el 3 de septiembre de 2014 el área de Economía y Hacienda aceptara de forma oficial la donación. Desde entonces, el consistorio ha puesto sobre la mesa varios planes de gestión y explotación de la instalación aunque ninguno llegó a fructificar. «Tiene un gran valor artístico y patrimonial, y el Ayuntamiento tiene mucho interés en su mantenimiento y disfrute de todos los madrileños», aseguran desde el área de Cultura del Ejecutivo de Manuela Carmena. Pero lo cierto es que, a día de hoy, el estado en que se encuentra el teatro hace imposible que sus títeres puedan volver a la «vida».

Los trabajadores de la compañía del donante ya presentaron en 2014 al Ayuntamiento un presupuesto de reparación del teatro de autómatas: el remozamiento de la instalación incluiría trabajos de electricidad, mejoras en las cubiertas y pintura que renovarían los últimos retoques a los que fue sometida la instalación en el año 2001. Unas tareas cuyo precio no ha trascendido. «Ya van a comenzar a restaurarlo, lo primero que hay que hacer es un diagnóstico de su estado», informaron las fuentes municipales. Así, técnicos de patrimonio del Ayuntamiento van a emprender de forma inmediata las labores de reparación de sus engranajes, figuras y atrezzos para que se pueda volver a utilizar y exhibir. La tarea no será sencilla. El «Teatro de Autómatas» consta de diez dioramas con escenarios protegidos por un cristal que recrean escenas de los años 30 y 40 –las dédadas de su construcción–. Dentro le dan vida hasta 35 autómatas tallados en madera que representan a Carmen Miranda y sus cuatro bailarines negros, a Merlín el encantador, a la diosa azul de los seis brazos, la vedette, al peluquero o a los escatológicos nuevos ricos que conseguían arrancar las carcajadas del público con las escenas sobre sus nuevos y desconocidos baños. En lo que se refiere a su mecanismo, Patrimonio tiene la misión de poner en funcionamiento una maquinaria que Cañas se encontró desgastada, montada con cuerdas de cuero y reparada con alambres. Un engrajane central del que parten conexiones al resto de elementos gracias a la energía de un motor eléctrico es el corazón del espectáculo. En la actualidad su estado es mejor, pero aún así «necesita un repaso, ver si todo está bien, es un teatro muy raro y especial», explica Paz González, miembro del equipo de Cañas que ha estado estos años en negociaciones con Cultura para culminar la cesión de la barraca.

La última vez que los madrileños pudieron ver a los 35 autómatas que forman parte de esta histórica compañía fue entre el 23 de diciembre de 2011 y el 8 de enero de 2014, en el centro cultural de Conde Duque, ubicación a la que podrían volver en los próximos meses. Cañas quería dejar su barraca de forma permantente en un espacio cultural municipal. En concreto, según sus herederos, el Matadero era el sitio que deseaba acogiera su «Teatro de Autómatas» de una forma más estable tras décadas dando vueltas por ciudades españolas y europeas montado en la caja de un pequeño camión Avia 5000 que quedaba completamente oculto a los espectadores bajo la carpa del teatro. Un medio de transporte que le permitía alcanzar sus metas a nada menos que 60 kilómetros por hora. Pero, por ahora, los planes del Ayuntamiento pasan por otros caminos. Desde el área de Cultura explicaron que, tras su restauración, «no va a tener una ubicación fija y se moverá dependiendo de la programación». Así, por ejemplo, el teatro de Cañas podría formar parte tanto de la programación de Navidad, como de la de San Isidro o la de las distintas Juntas de distrito.

Finalmente el «juguete», que no es otra cosa que «un divertido espectáculo de feria y excelente muestra del arte popular mediterráneo», tal y como explica el dueño del teatro en un vídeo sobre el mismo disponible en Youtube, volverá a ponerse en marcha. Será como soñó Cañas. Esta vez, por desgracia, no será él quien diga eso de «pasen y vean».

Las 35 figuras que componen el «Teatro de Autómatas» representan escenas cotidianas de la vida en la España de finales del XIX. Pretendían ser una burla, como la segunda escena, que muestra a un hombre cuidando de su hijo en la cocina mientras su mujer se divierte con sus amigas

Unos muñecos de madera tallada y policromada y una docena de dioramas con monumentos españoles forman el histórico reclamo del «Teatro de Autómatas» de Gonzalo Cañas. Unos títeres que, a través de escenas burlonas y cargadas de ironía, conseguirán hacer viajar en el tiempo a sus visitantes cuando vuelva a levantar el telón. «Es un espectáculo para todos los públicos, los niños alucinan con cómo se mueven los títeres, y los mayores regresan a su infancia con las escenas que se representan en él», explica uno de los gestores del teatro de Cañas.