Semana Santa
La fe de los Gitanos se triplica
En su 20º aniversario, la Hermandad procesionó al Cristo de la Salud, la Virgen de las Angustias y, por primera vez, a la Santísima Trinidad, un tercer paso añadido por la suma de nuevos cofrades
La Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de las Angustias de Madrid, más conocida como de los Gitanos, vivió ayer su día grande con una de las procesiones más importantes de la región. Este año además hubo una importante novedad, ya que aparte de las dos imágenes principales también salió la Santísima Trinidad. Esto se debe, según las palabras del diputado mayor de gobierno de la Hermandad, Carlos Elipe, a que «cada vez crece más el fervor de la gente, y cada vez somos más hermanos, por eso este año sacamos una imagen más». Actualmente son 527 los cofrades que forman parte de esta hermandad.
A pesar de que esta hermandad tiene una larga trayectoria en la región –este año se cumple su veinte aniversario– los nervios son los mismos que el primer día. Al menos, en esta ocasión el ánimo de los cofrades está a su máximo nivel por una sencilla razón: «El tiempo nos ha acompañado, eso es lo que lleva meses preocupándonos, y más este año que la Semana Santa ha sido antes, pero nos ha respetado gracias a Dios», declaró Elipe. Una vez solucionado el problema del tiempo, los momentos previos a la procesión eran un ir y venir de gente entrando y saliendo de la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen y San Luis Obispo, tal y como contó Elipe a este periódico «lo que no hayamos hecho ya no tiene solución, pero lo tenemos todo a punto, sólo quedan pequeños detalles». Aunque lejos de estar tranquilos, el diputado Mayor confesó no haber dormido prácticamente desde hace semanas con todos los preparativos de la procesión.
Y al fin llegó el gran momento, a las 20:15, Nuestro Padre Jesús de la Salud y su madre María Santísima de las Angustias, junto con la imagen de la Santísima Trinidad, salieron a la calle escoltados por un cortejo de más de 600 personas, para encontrarse con sus fieles, «ahora mismo estamos en la gloria», confesó Elipe emocionado. Los dos pasos principales fueron llevados por la fe y los hombros de 35 costaleros cada uno, que cada cierto tiempo eran relevados por otros hermanos, ya que la de «Los Gitanos» es una procesión larga, la de ayer duró más de cuatro horas, y cada una de las imágenes pesa unos 600 kilos de peso, pero como dijo Elipe «para nosotros no pesa nada, estamos en la gloria, y lo que menos nos importa es el castigo físico».
La vista de los dos pasos avanzando por las calles del centro de Madrid era espectacular, tal y como dijo Carlos: «¡Hoy el Señor está más guapo que nunca y la Virgen brilla». Hay que recordar que esta hermandad es una asociación católica y que aunque a lo largo del año se dedican a dar testimonio de la fe, «nuestra única razón de ser es la procesión del Miércoles Santo», afirman.
Durante todo el recorrido miles de fieles llenaron por completo las calles para ver a su Cristo de Los Gitanos y a su madre, María, un símbolo más de que la Semana Santa de la capital capta cada vez más adeptos y de que la fe madrileña es cada año un reclamo más fuerte; aunque tal y como dice Elipe «ha costado mucho que las tradiciones cuaje, pero ahora la Semana Santa de Madrid está en auge», un ejemplo de ello es que en el camino de vuelta de los dos pasos hasta la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen, a altas horas de la noche, las calles seguían estando llenas de gente que quería decir adiós a su Cristo. «Hasta el año que viene», se oía. Uno de los momentos más emotivos fue la estación de penitencia que se realizó en la Iglesia de la Santa Cruz después de que se hiciese por primera vez el año pasado. Durante el día de hoy tiene lugar un acto muy especial que sólo realiza está hermandad: los más de 3.000 claveles que formaron el manto de Nuestro Padre Jesús de la Salud y que fueron bendecidos ayer, serán regalados a todos los fieles que quieran acercarse hoy a la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen. «Cada año son más los que se acercan a por un clavel para tener un recuerdo de la procesión y que se le haga más corta la espera», afirma Elipe. Normalmente la página web de la hermandad tiene alrededor de 300 o 400 visitas, durante el día de ayer, se superaron las 2.000.
A pie de paso
«¡Arriba con nuestro Padre. Vamos despacio, valientes!»
La calle Tetuán, intransitable. La gente lleva un año esperando volver a ver a «su» Cristo de Los Gitanos y por por fin llega el gran momento. «Arriba con nuestro Padre Jesús de la Salud. Poquito a poco, valientes», grita el capataz a sus costaleros. Detrás viene su madre, María, a hombros de otros 35 valientes: «Arriba con la madre de Dios. Vamos despacio, valientes», y cerrando la procesión la imagen de la Santísima Trinidad. El momento más emocionante, la primera «levantá», que arrancó los aplausos del público que se congregaba a la puerta de la iglesia. Los pelos vuelven a ponerse de punta cuando el Cristo para enfrente de la placa de la Puerta del Sol en homenaje a las víctimas del terrorismo. Un miembro de la hermandad depositó un ramo de flores como ofrenda a las víctimas. La Virgen de las Angustias hizo lo mismo con la placa en homenaje a los héroes del 2 de mayo. Madrid rompe en aplausos.
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