Comunidad de Madrid
La federal ya señala «errores éticos» en la candidata
Al margen de las peticiones de renuncia que desde IUCM –por parte de Libertad Martínez– ya se han hecho a Tania Sánchez por el escándalo de Aúpa en el Ayuntamiento de Rivas, desde la dirección federal, que se ha manifestado de forma tibia ante las divisiones en el partido en Madrid, comienzan a rendirse a la evidencia de que algo huele mal en los contratos municipales adjudicados a Héctor Sánchez cuando eran concejales su padre Raúl y su hermana Tania. Así, el coordinador general de IU, Cayo Lara, pidió ayer «dejar al margen el contenido ético» para defender que se está sobredimensionando el «caso Aúpa» porque «qué daño ha hecho con dicha actuación tanto al erario público como a los ciudadanos». Igualmente, su precedesor en la dirección del partido y diputado nacional, Gaspar Llamazares, consideró que la situación de la candidata de IU a la Comunidad de Madrid «plantea dificultades y dudas desde el punto de vista ético», si bien defendió que no creía que hubiese problemas legales y remitió a las próximas reuniones que de la dirección regional y la federal que tratarán el tema, a los que pidió que sean «escrupulosos». «Ya veremos si hay una imputación y mucho más si hay una apertura de juicio oral», señalo Llamazares, que mostró su respeto por el procedimiento judicial que pueda surgir de la querella del PP de Rivas. Incluso uno de los principales apoyos de Tania, que hoy presentará junto a ella su candidatura, el diputado Alberto Garzón, que hasta esta semana no se había pronunciado sobre el «caso Aúpa», reconoció que su compañera de filas había cometido un «error ético» al no ausentarse de la votación en la Junta de Gobierno que aprobó un contrato para la cooperativa que administraba su hermano.
Otros sectores de la formación que, hasta ahora, habían tratado de evitar las muestras de ruptura de la formación pese a su rechazo a las ideas de Sánchez, han comenzado a criticar abiertamente la actitud de la diputada y su equipo respecto a los tiempos y las formas en las que quiere tomar el mando del partido. En ello ha influido que pese a que los otrora líderes de la formación: Eddy Sánchez, Gregorio Gordo y Ángel Pérez optaron por dar un elegante paso atrás y dejar que en los próximos comicios se renovase la directiva regional, los de Sánchez, ansiosos por hacerse con el poder han pretendido de todas las maneras dar una «patada voladora» a su viejas glorias insistiendo en su responsabilidad en el escándalo de las «tarjetas black», mientras ella misma trataba de hacer de menos su implicación en los contratos irregulares en el consistorio ripense. El último en abandonar el barco ha sido Fausto Fernández, que después de renunciar a su acta de concejal en el Ayuntamiento de Rivas, tras el «asalto» de Pedro del Cura a la direccion de IU Rivas y posterior nombramiento como alcalde, anunció a primeros de año que dejaba 40 años de afiliación al PCE y a IU. En una amarga cadena de tuits en la que se despidió con cariño de su trabajo político con los ripenses, aprovechó para denunciar que la actual dirección del partido «que siempre ha hecho sólo la travesía del desierto contra el bipartidismo, ahora no tiene propuesta ni dirigentes para cambiar de raíz la política del país».
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