La Paz

La línea roja del acoso

Los insultos contra Cifuentes tras su grave accidente muestran la radicalidad de grupos izquierdistas

Protestas. Un grupo de sanitarios coreó frases ofensivas contra Cifuentes, que estaba en la UCI
Protestas. Un grupo de sanitarios coreó frases ofensivas contra Cifuentes, que estaba en la UCIlarazon

Un grave accidente de tráfico ha sido utilizado de forma partidista por grupos radicales, dirigentes de izquierda, sindicatos y colectivos en contra de las políticas del Partido Popular.

Un grave accidente de tráfico ha sido utilizado de forma partidista por grupos radicales, dirigentes de izquierda, sindicatos y colectivos en contra de las políticas del Partido Popular. Desde que la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, fuese arrollada mientras conducía su moto en un cruce cercano a Plaza de Castilla, en la capital, sus detractores no han dudado en atacarla, especialmente en las redes sociales, donde se ha podido ver a dirigentes políticos de distinto pelaje aprovechar su grave estado para criticar su gestión al frente de la Delegación del Gobierno. Además, la «marea blanca», que rechaza el proceso de externalización de seis hospitales madrileños, ha usado la cobertura mediática del estado de salud de Cifuentes para volver a llamar la atención sobre sus reivindicaciones de forma abrupta.

Desde que se conoció el accidente de la delegada, en las redes sociales se desató una oleada inusitada de insultos y mofas sobre el grave estado de Cifuentes, que ha protagonizado varios enfrentamientos con los usuarios más radicales de Twitter y que han desembocado en varias denuncias por injurias y amenazas. Entre los comentarios había deseos de muerte, insultos y burlas de centenares de usuarios que lanzaban sus piedras tras el falso anonimato e impunidad de internet.

Lo más grave fue que en este foro se expresaron también varios políticos de izquierda que usaban sus deseos de recuperación a la delegada como excusa para atacar su labor en la Delegación del Gobierno, especialmente contra los otrora abusos de colectivos como el 15-M, impidiendo que se repitiera la acampada que, en 2011, tuvo «tomada» la Puerta del Sol durante varios meses. Entre éstos destaca el dirigente de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, que no dudo en tuitear :«Cuando se juegan la vida, saben que su garantía es la Sanidad pública. Cuando se trata de hacer negocio con la de los demás, la privatizan».

A estos ataques se añadió que, el pasado jueves, los diversos colectivos –sindicatos, plataformas y colectivos de sanitarios–que forman la «marea blanca» organizaron una concentración a las puertas del Hospital La Paz en la que se corearon consignas que pedían que la delegada fuese trasladada a un hospital privado. Estos comentarios provocaron una intensa polémica tanto en las redes sociales como en diversos medios de comunicación que obligaron a algunas de las asociaciones que habían convocado la concentración a desvincularse oficialmente de dichas consignas.

Para defenderse, los convocantes aseguraron que se trataba de una concentración que realizaban cada jueves los sanitarios de La Paz desde hacía más de diez meses aunque desde el «pinchazo» de las últimas manifestaciones de la «marea blanca», que el pasado mayo tuvo que desconvocar las protestas debido a la falta de convocatoria, sólo se reunían ocasionalmente. Además, aun en su rechazo a los insultos a Cifuentes, las asociaciones y plataformas continuaron en sus comunicados aprovechando el grave accidente para repetir sus reivindicaciones que, por otro lado, nada tienen que ver con el trabajo de la delegada excepto que el proceso de externalización está impulsado por el Gobierno del PP en la región, partido en el que milita.

Con todo, tanto los insultos como las consignas para que Cifuentes fuese atendida en un hospital privado desperataron una fuerte reacción de rechazo, no sólo entre los compañeros de partido de la delegada, sino entre muchos otros que criticaron a los radicales en las redes sociales. De hecho, ayer había más tuits comentando la buena evolución de las heridas de Cristina Cifuentes que insultos, críticas o reivindicaciones de las protestas de la «marea blanca».