Toros

Toros

La Marcial Lalanda recurre al defensor del Pueblo

La escuela de tauromaquia de Batán, cuyo contrato expira hoy, pedirá que se cumpla con los acuerdos del Pleno y no se cierre su centro

A pesar de que habían recibido una amenaza de cierre el jueves, el viernes los alumnos volvieron a las clases
A pesar de que habían recibido una amenaza de cierre el jueves, el viernes los alumnos volvieron a las claseslarazon

A Tauromaquias Integradas, la sociedad que gestiona la escuela taurina de la Venta del Batán en Casa de Campo, se le acaba hoy el contrato. Sin embargo, sus responsables no van a tirar la toalla.

A Tauromaquias Integradas, la sociedad que gestiona la escuela taurina de la Venta del Batán en Casa de Campo, se le acaba hoy el contrato. Sin embargo, sus responsables no van a tirar la toalla. El Ayuntamiento de Madrid anunció el pasado el pasado 31 de diciembre a los responsables de la escuela –el torero retirado José Miguel Arroyo, «Joselito», y el que fuera su apoderado Enrique Martín Arranz– que tendrán que abandonar para siempre la finca, que este año cumple 41 años dedicada a la tauromaquia, antes de que finalice el mes, que acaba hoy. Sin embargo, tal y como explicó ayer a este diario Martín Arranz, «tendrá que ser un juzgado quien me quite a mí las llaves». Martín Arranz (director de la escuela), acompañado por «Joselito» y José Luis Bote llevarán hoy a las 13:00 horas el caso hasta el Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán. Pedirán su amparo como aficionados a los toros, cuya Fiesta fue declarada Bien de Interés Cultural desde 2011. Además recordarán a Fernández Marugán que se debe respetar el acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Madrid de 2015 en el que se especifica que las instalaciones municipales de Casa de Campo deben usarse exclusivamente para la tauromaquia.

«A mí no me para esta alcaldesa, a mí sólo me para Dios o un toro», sentencia Martín Arranz. Consideran que el cierre es «sectario» y que no se está respetando a la afición y a la Fiesta. Por ello se niegan a entregar las llaves de la instalación municipal. Según pudo saber este periódico, la intención de los miembros de la sociedad Tauromaquias Integradas, a los que ya les apoyan un gran número de peñas y aficionados, es reunirse todos los domingos a las 11:00 horas en la escuela Marcial Lalanda. El siguiente paso es constituirse como fundación o plataforma y poner el cierre en manos de abogados, que ya están estudiando el caso. «No puede cerrar sin más unas instalaciones que son de todos los madrileños. No es una decisión que la alcaldesa pueda tomar así», se defienden desde la sociedad que ha gestionado desde verano la escuela taurina. Aseguran que hay un proyecto «muy importante» para la Venta del Batán con un lema: «Toros, escuela y cultura. De todos y para todos», que prevén presentar en los próximos meses y por ello se resisten a un cierre que cuenta las horas.

El último contrato de explotación firmado con Tauromaquias Integradas tiene fecha límite del 31 de enero. Hoy es por tanto el último día oficial de la escuela, sin embargo, la intención de su director es la de mantener su actividad.

Desde que el pasado miércoles LA RAZÓN informara del cierre inminente de la escuela, se cuentan por cientos los apoyos recibidos. El Partido Popular se trasladó hasta las instalaciones de Casa de Campo para reivindicar que sigan destinadas a la tauromaquia y conseguir que Ahora Madrid, el partido con el que Manuela Carmena gobierna en el Ayuntamiento de Madrid, dé marcha atrás en su intención de echarle el cierre definitivo. El nombre de Marcial Lalanda también salió ayer en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid de la mano del PP. Su portavoz municipal, José Luis Martínez Almeida, contrapuso la tolerancia del Gobierno municipal de Manuela Carmena con los okupas «chupópteros» del autodenominado Centro Social «La Ingobernable» (el edificio situado en la esquina de la calle Gobernador y el Paseo del Prado que lleva desde mayo okupado) a la intolerancia con los que quieren ejercer un trabajo para el que se forman en la Escuela de Tauromaquia Marcial Lalanda. Almeida criticó que Carmena quiere cerrar la escuela de Tauromaquia no porque no le gusten los toros, sino «porque no le gusta España» y «los toros vertebran la cultura de España». «Proteja a los que quieren ganarse la vida, y eche a los que quieran vivir de los demás», sentenció.