Ayuntamiento de Madrid

La Policía desaloja un «botellón» de menores en un bar

Más de un centenar de alumnos de un colegio alquilaron la sala Aruba para celebrar una fiesta en la que vendían su propio alcohol a diez euros

La Razón
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Más de un centenar de alumnos de un colegio alquilaron la sala Aruba para celebrar una fiesta en la que vendían su propio alcohol a diez euros

En torno a las 06:15 horas de la madrugada de ayer, la Policía Municipal de Madrid desalojó la sala Aruba, situada en la calle Arroyo Media Legua, 29 de Moratalaz, en la que había 115 menores consumiendo bebidas alcohólicas. Debido a la ebriedad de algunos de los chavales, los agentes llamaron al Samur, que atendió a dos de los menores por intoxicación etílica aunque fueron dados de alta en el lugar. Al parecer, el local había sido alquilado por los alumnos de un colegio cercano para celebrar una fiesta.

Según el relato de algunos de los clientes de la discoteca, los organizadores habían pactado con los propietarios del establecimiento la posibilidad de que los asistentes a la fiesta trajeran sus propias bebidas. Así, a la entrada de la sala, se podía comprar por diez euros una pulsera que permitía introducir alcohol en el bar. Además, el local donde ocurrieron los hechos había superado con mucho el horario permitido de apertura que, al tratarse de un bar especial, es de 13:00 a 03:00 horas.

Junto a esta infracción, la sala Aruba carecía de las licencia de actividad y funcionamiento, aunque sí tenía en vigor el seguro obligatorio. Al respecto, el gerente aseguró que había presentado la documentación necesaria en la Junta Municipal de Moratalaz, pero no tenía en su poder la declaración responsable que sirve como autorización provisional para iniciar la actividad de un negocio. Asimismo, cuando los agentes pidieron el contrato de alquiler para la fiesta al dueño del bar, éste no sólo no lo tenía sino que fue incapaz de recordar el nombre del colegio que había arrendado su establecimiento para la celebración.

Del mismo modo y pese a que los menores introducían su propio alcohol a la entrada del local, el propietario no supo aclarar si había vendido o no bebidas alcohólicas sin comprobar la edad de los clientes, si bien aseguró que no ofreció la venta de tabaco a los menores durante la fiesta. El acceso a la celebración estaba vigilado por un portero, de unos 41 años de edad, que aseguró ser un empleado del establecimiento pero no pudo presentar el carné obligatorio para ejercer labores de control de acceso ya que no lo tenía.

Una vez desalojada la sala sin que se registrase que había superado el aforo, la Policía Municipal avisó a los padres de los dos menores que habían sido atendidos por el Samur por su embriaguez. Los progenitores acudieron en pocos minutos hasta el lugar y se llevaron a sus hijos, que fueron dados de alta in situ después de que los sanitarios de Protección Civil comprobaran el grado de intoxicación etílica que padecían.

Los agentes levantaron un acta al propietario de la sala Aruba con las numerosas infracciones detectadas. Así, al local se le abrió expediente por no presentar las licencias de funcionamiento y actividad ni, en su caso, la declaración responsable; y porque había menores consumiendo bebidas alcohólicas en su interior.

Más de 600 agentes para las elecciones

La UIP desplegará más de 600 agentes a lo largo de la jornada electoral según los distintos tramos horarios entre grupos y subgrupos desde las seis de la mañana hasta unas horas después del cierre de los colegios electorales. Los agentes se distribuirán por cada centro de voto por parejas, aunque el número de policías nacionales puede aumentar según considere la Jefatura Superior de Policía.