Madrid

La segunda factoría industrial echa a andar

El anteproyecto de los nuevos «polígonos municipales» de la capital, terminado a la espera de financiación

Vicálvaro alberga desde mediados de 2011 el primer proyecto municipal de naves industriales
Vicálvaro alberga desde mediados de 2011 el primer proyecto municipal de naves industrialeslarazon

En junio de 2011 abría sus puertas en Vicálvaro la primera factoría industrial de la capital, un conjunto de naves cuya esencia es muy similar a la de los viveros de empresa: bajo la fórmula de precio público, las adjudicatarias (en este caso, empresas especializadas en I+D+i y energías renovables) disfrutaban de naves de aproximadamente 280 metros cuadrados de superficie por un plazo de cuatro años, prorrogable en tres más. La receta del «polígono municipal» Marcelino Camacho, que es como se bautizó el área industrial, tuvo una gran acogida,y las 16 empresas que se mudaron a estas instalaciones dan aún hoy, a pesar de la crisis, buena cuenta del éxito de la iniciativa. Por eso, el Ayuntamiento de Madrid ha decidido poner en marcha una segunda factoría industrial «en el marco de una futura red de servicios industriales distribuidos por los polígonos industriales de toda la ciudad», informaron fuentes municipales. Así, el área de Economía, Hacienda y Administración Pública del consistorio dirigido por Ana Botella tiene ya listo el anteproyecto que desarrolla el nuevo concepto industrial de Madrid y en el que, explicaron, «se recogen las necesidades de las empresas, tanto de nueva creación como en crecimiento».

En la segunda fase de las factorías industriales, que se pondrá en marcha «en el momento en el que el Ayuntamiento de Madrid disponga del crédito presupuestario para su construcción» –el presupuesto en el caso de Vicálvaro fue de 3 millones de euros–, el concepto de arquitectónico de las naves sufrirá una variación. El proyecto prevé la edificación de una estructura «modulable, flexible y versátil». La propuesta se basa en dos cuerpos de seis naves de 150 metros cuadrados de planta baja y 50 de entreplanta que estarán unidos entre sí por una plataforma en la que se instalarán los servicios comunes del complejo industrial.

Exteriores amplios, aparcamientos y entradas tanto para mercancías como para las oficinas también se prevén en un proyecto llamado a cobijar empresas de la industria del papel y las artes gráficas o de productos alimentarios y bebidas, las de mayor implantación en la capital. El presupuesto para esta nueva fase es muy similar al de la primera: 254.233 euros para la urbanización y 1.878.138 más para llevar a cabo una obra civil que está a la espera de una inyección económica.